28 de noviembre de 2009

Irse de juerga...


Hoy, como cualquier otro día de cualquier otro fin de semana, la gente se va a "ir de juerga"; lo cual, bien o mal visto, pues es cosa de cada uno (y cada uno es cada uno). Lo malo del caso es cuando la gente se pasa y, especialmente, cuando la gente que se pasa es menor de edad... Que pasarlo bien e, incluso, tomarse unas copas "e vero", pero pasarse ya no es bueno.
Ya os diré por qué escribo esto...

25 de noviembre de 2009

El relevo... por esos jóvenes

Puede ser que, en el fondo, tengamos algo de futuro... He llegado a esta conclusión repitiéndome muchas veces la frase de la poeta Ana Merino, “la educación puede redimir al mundo”. Uno echa un vistazo a las aulas y se da cuenta de que, en el fondo, hay nombres que van a salir adelante; gente que en cosa de quince o veinte años va a tomar el relevo de la situación y somos nosotros, los maestros, los que debemos prepararlos para ello; y, sobre todo, los que debemos prevenirlos de los políticos.

19 de noviembre de 2009

Espiar al profesor...


Bueno, ahora hay gente que, mientras hace un ejercicio sobre un escritor, entra en la página blog del profesor de Lengua y se la lee. Lo que más me gusta de todo eso es que la gente ha utilizado su ingenio para, con pocos datos, llegar hasta la página del profesor. A ver si ahora la gente se anima y escribe algo tan bueno que el profesor juzgue que merece la pena que se cuelgue en esta página web.

7 de noviembre de 2009

La poesía de... Leer a Yolanda Castaño


Nota a priori: “Profundidad de campo”, Visor, Madrid, 2009. 10 euracos.
Últimamente voy a remolque de todo y yo lo achaco al Otoño atípico de la meseta que tan mal me está sentando en 2009. El caso es que la edición de “Profundidad de campo”, de Yolanda Castaño, en Visor, está en las librerías y ayer la compré en La Casa del Libro de Gran Vía, unos minutos antes de la atípica y multitudinaria presentación de uno de los libros de Ediciones Irreverentes, la editorial del genial Miguel Ángel de Rus. El caso es que llego tarde a echar un vistazo al poemario bilingüe de Yolanda, ya que en algunos otros blogs hace días que se hicieron eco de él e incluso le dieron fecha precisa a este libro: 2007 (en el mío pone 2009).

Ya lo sabe bien Gracia Iglesias: últimamente llego tarde, mal y nunca a todo e, incluso, le provoco a ella que llegue tarde a sus citas. El caso es que esta poesía de “Profundidad de campo” me dice muchas cosas y me hace llegar muchos ecos de poesía urbana, de asuntos cotidianos, etc., que, personalmente tanto me gusta (probablemente por haberme empapado de la de Luis Alberto de Cuenca). Ya, de entrada, el poema “Reservado”, con el que se abre el poemario, es el que más me gusta de toda la obra de Yolanda que he leído hasta hoy. Lo que ocurre es que la interpretación de este libro de la poeta gallega ya la haré más adelante, a pesar de haberlo leído anoche y de haber tomado algunos apuntes más sobre él. La cosa está en que diga lo que diga siempre va a salir alguien que, presuntamente, es más listo que yo y que, presuntamente, sabe interpretar mejor que yo y que, presuntamente, los nombres que propone son mejores que los míos y que, presuntamente, se sabe mejor que yo las lenguas que se hablan en la Península Ibérica y que, presuntamente, ha leído bastante menos que yo pero que por saberse a Sartre de memoria (pongo por caso) es el culmen de la filología, la crítica y del acervo popular hispánico (juas).

Como ese ego tan grande que tengo está en hora bajas, yo a leer, que es muy constructivo, y a opinar cuanto menos mejor. Ya he captado el mensaje de que ser independiente en este país y decir lo que uno piensa, con corrección, sólo origina críticas y animadversiones. Allá cada cual…

(¡Vaya post más negativo me ha salido! A ver si después del puente y de los vértigos que sufro estoy más positivo).