Lope de Vega vs. Góngora. Se dice que el madrileño en cierto modo admiraba, al principio, al granadino, pero que la cosa se enconó por el culteranista y los discípulos de ambos. Me apasiona firmemente la vida del Fénix de los Ingenios, de aquel poeta, soldado, amante, padre, secretario y leal que vivió apasionadamente su vida y la llevó hasta límites que le sirvieron para ser amado y odiado al mismo tiempo.
Tampoco es más negativa o distinta la vida de Luis de Góngora, inteligente, vividor (dicen que una vez se jugó a los naipes el cepillo de una iglesia) y agudo. La Historia de ambos se ha hecho así: admiramos lo que leemos, lo que sabemos, pero los defectos los conocemos por la poesía mágica e ingeniosa que el uno utilizó contra el otro. Yo, hay día que no sé si soy lopista o gongorino, pero por lo menos admiro a ambos.
2 comentarios:
Es verdad que estos dos gastaron astillas de su genio en atacarse y no debieron faltar discípulos de ambos bandos dispuestos a incentivar esos rounds de sonetos y décimas hirientes.
Pero es posible, sí, que fueran un monstruo de dos cabezas: me encanta tu idea de que unos días eres lopista y otros, gongorino. Con esa idea tienes para una novela.
Feliz y fecundo (ya que estamos con Lope...)año 2010 para vos, tu blog y tus lectores.
Y a ver si para julio o agosto nos dedicamos a la prolija exégesis de un cabernet o un malbec argentinos!
(Karina Sacerdote ya está anotada)
Un abrazo y hasta pronto.
A mí siempre me ha tirado Quevedo.
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