30 de diciembre de 2008

¡Feliz 2009!


Quiero empezar deseándoos todo los mejor para el 2009. Espero que sea un año en el que fructifiquen todos vuestros proyectos y que, a su vez, os llegue pleno en satisfacciones y lleno de alegrías. Lo más importante es afrontar de cara los retos que nos depare el día a día del año. Así mismo, quiero expresar una serie de deseos que espero que entre todos juntos podamos llevar adelante:

1.- Que el gobierno español se remodele o, en su defecto, haya elecciones y el gabinete pueda afrontar los retos de la crisis con eficacia y solvencia.
2.- Que el paro no se convierta en un mal endémico para las familias y que, a pesar de la crisis, todo el mundo tenga un sueldo derivado de un trabajo digno.
3.- Que las nuevas tecnologías nos ayuden a estar permanentemente informados y, a su vez, constantemente en contacto.
4.- Que todos tengamos las mismas oportunidades de ver realizados nuestros sueños...

¡Feliz 2009!

29 de diciembre de 2008

La terrible soledad del ser humano



No es lo mismo estar solo que sentirse solo, aunque a veces las dos cosas vayan juntas. Uno de los fracasos de nuestra actual era, del siglo XXI, es la soledad, aquel estado en el que viven muchas personas, sobre todo gente mayor, y que tiene como efecto secundario, o primario únicamente, enfermedades de cariz psicológico y psiquiátrico. Yo, como todo el mundo, aunque hablo exclusivamente de mi, me siento solo en muchas ocasiones, aunque esté rodeado de gente. También siento la soledad como el fruto del fracaso previo: esa vez que no consigues atraer a una chica, aquella otra en que no has estado a la altura de la circunstancia, cuando quieres hablar y no encuentras interlocutor o en aquel momento en que necesitas discutir con alguien y no tienes a nadie. Considero que el ser humano es, por constitución, un ser social (a pesar de que hay gente con una pose de asocial terrible) y por tanto tiene y debe interrelacionarse con los demás. Vivir en una gran ciudad, sometidos al dictado del reloj, con el estrés como aliciente diario y la competencia activa en lo laboral, hace que el habitante de la urbe acabe sólo: no hay tiempo para un café, menos para ir al cine y ninguno para quedar a cenar. Eso sí, hay gente que se las arregla muy bien para soltar su parrafada cuando se siente mal con la advertencia de que no estará cuando al otro le ocurra lo mismo y lo requiera para ser escuchado. La soledad trae ansiedad y depresión; la enfermedad del que necesita sentirse querido y no encuentra amante (valga la acepción sin ninguna otra connotación), la del que necesita ser escuchado para realizarse en la sociedad que conforman los dos interlocutores, porque en definitiva lo plural es el diálogo y lo singular el monólogo. Ningún monólogo deja de ser caótico y desordenado, frente al orden del diálogo, que va aclimatando la conversación según las preguntas que saca a colación uno de los dos o más hablantes. El que vive solo, el que se siente solo necesita de otro y siempre es la palabra la que rompe el hielo de la soledad. Por eso, cuando uno no encuentra a la mujer adecuada (como es mi caso) por la razón que sea (ella no quiere, uno no se atreve, etc.), por poner un ejemplo, como no hay interlocución sobreviene la soledad, como si fuera el efecto secundario de una vida sometida a la competición social. Trabajar en equipo, además, supone evitar la soledad, pero nuestro mundo es competitivo, solo admite a los individualistas, el currículo más pesado y de ahí también sale la soledad. Tengo miedo a la soledad, sinceramente.

27 de diciembre de 2008

Refranes


En la cultura española existe un gran número de refranes. Estos adagios; esos dichos tienen su formación en el espíritu colectivo de la sociedad y han ido pasando de padres a hijos de forma oral. Bien es cierto que un estupendo compendio de los mismos está recogido por Miguel de Cervantes en su magistral “Don Quijote de La Mancha” por boca de Sancho Panza. Los refranes son compendios de sabiduría que se reflejan en frases concisas, concretas y directas. Veamos un ejemplo: ‘por la boca muere el pez’, que se suele decir cuando alguien que habla mucho acaba por confesar sus más escondidos secretos como acción directa de su verborrea. En algunos sitios de España a estos personajes se les llama ‘bocachapa’. Normalmente se suele utilizar otro, ‘dime de qué presumes y te diré de qué careces’, para todas aquellas personas que suelen elogiar efusivamente sus propias virtudes o cualidades intentando dejar de lado a los demás; esto es, que aquel que dice que le sobra mucho de algo es porque oculta que lo que realmente le ocurre es que le falta. Un refrán con el que, personalmente, nunca he estado de acuerdo es aquel que reza que ‘los amores reñidos son los más queridos’. Originalmente significaba que al hombre que le resultaba difícil conseguir el amor de una dama luego valoraba en mucho a la dama y a sus sentimientos si la obtenía; por el contrario, la perversión actual de la semántica de la frase indica que aquel que se pelea en exceso con una dama es porque la quiere, y viceversa. Me barrunto que si ponemos de por medio la Ley de Violencia de Género el refrán no sirve. A veces es muy verdadero aquel adagio popular que reza que ‘no hay mal que por bien no venga’, que viene a ser un resumen de que en determinadas circunstancias para que salga algo bueno de una situación es necesario, primero, que ocurra algo negativo de lo que aprendamos la lección. Sin embargo, para terminar, Don Quijote, harto de que Sancho estuviera siempre pronunciando refranes, le soltó: “hombre refranero, hombre puñetero”. Pues ello.

18 de diciembre de 2008

"La vida es sueño", de Calderón


Ayer estuve con mis amigos Antonio e Isabel en el teatro Albéniz (que la Comunidad de Madrid va a derribar, tristemente, para hacer viviendas) viendo "La vida es sueño", del gran Calderón de la Barca. Se trata de un montaje ciertamente vanguardista, con una escenificación en base al histrionismo corporal y la participación de los actores en el movimiento estético del escenario. La obra en sí, por ser de quien es, tiene muchas posibilidades y los alumnos de ESO que venían con nosotros creo que la entendieron, algo que me enorgullece. Sin embargo, el papel principal, a cargo del actor Fernando Cayo, no me terminó de convencer. La recitación fue desigual: al principio un tanto ininteligible para dar paso a un verso demasiado rápido; algún que otro actor cayó en el mismo pecado. Sin embargo la actriz que realizó el papel de Rosaura tiene un futuro prometedor en esto del teatro; se movía bien en el escenario, tenía una voz portentosa y además de ello sabía cómo mirar al espectador y cómo darle la espalda. Probablemente sea más joven que yo pero tiene todas las papeletas para desarrollar una excelente carrera como actriz teatral. "La vida es sueño" de Calderón, como la mayoría de sus obras (y esta es de juventud, esto es, cuando aún era un tipo pendenciero y con cierta propensión a los affaires -de hecho tuvo un hijo natural-), trata del honor, y Pérez de la Fuente, el director, supo captar cómo la realidad social actual de la violencia de género se puede adpatar a partir del siglo XVII. Las chicas de Instituto que venían con nosotros, como he dicho, lo captaron y supieron reaccionar ante ciertos episodios de la obra, como cuando Segismundo intenta violentar a Rosaura. Bien por Pérez de la Fuente. Un profesor, imagino que aburrido y monótono, salió diciendo que el argumento es "pueril", que es una palabra que se debió aprender esa misma mañana y la dijo por decir algo. Al menos tengo para mi que no era un profesor de Literatura Castellana, porque si lo es, mal va. Os recomiendo la obra, aunque está en cartel hasta el 21 de diciembre. Siempre podéis bajarla por Internet. Os recuerdo:


¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

11 de diciembre de 2008

Tener principios


Hace un par de años Oskar Lafontaine, un socialdemócrata alemán que fue ministro de Finanzas escribió un magnífico ensayo que se tituló "Crece la rabia. La política tiene principios". Me lo leí de cabo a rabo aún sin compartir muchos criterios de los que exponía por las obvias razones que todos conocen. Ayer preparaba yo la comida cuando María Antonia Iglesias, una periodista excesivamente desvergonzada, demasiado sesgada a la izquierda y totalmente imparcial (amén de insorportable, puesto que diálogo es una conversación entre un mínimo de dos interlocutores y ella tiene la costumbre de hablar únicamente, esto es, de construir un monólogo) le espetó a Ángela Vallvey que "la gente de derechas no tiene principios". Aunque yo no soy exactamente de derechas, puesto que estoy más en un centro conservador, me sentí ofendido por esa señora, que debe ser amiga de Pedro Castro por lo menos. Ella defendió a muerte al comunismo (que, dicho sea de paso, en 70 años generó cerca de 100 millones de muertes como exponen los investigadores de la Sorbona en el "Libro negro del comunismo"). Decir que un liberal o un conservador no tiene principios es una imbecilidad. Claro que la señora en cuestión fue aquella Directora de Informativos de TVE que dispuso del dinero público como si fuera el monedero propio que lleva en el bolso; lo cual debe ser 'tener principios'. Lo siento por ella, pero además de que es una ofensa para el periodismo que ella se dedique a eso, la imparcialidad de la que hace gala, en la que el PP es el fascismo más duro del mundo y el PSOE la solución de los males de la Humanidad, creo que todo el mundo, piense como piense, tiene principios. Lo que no sabe esa señora es que la verdad absoluta no le pertenece a nadie y menos a ella. Escribo esto porque todo el mundo tiene unos valores y unos principios y como dije ayer, si una única persona como ella considera que el 45% de los votantes son "tontos de los cojones" pues que se vaya a la mierda.

Coda: Paris Hilton pasó por España y demostró que de tonta no tiene un pelo. Un gracioso le dio en una rueda de prensa un condón y ella se fue. Una cosa es pensar que sea estúpida y otra hacer la gracia. Sería como los del "No a la Guerra", que ahora que anuncia Carmen Chacón que vamos a enviar a la guerra más tropas no ven necesario protestar. Pues eso, que todos somos muy tolerantes.

27 de noviembre de 2008

Más curiosidades lingüísticas



Cada hispanohablante utiliza de forma habitual un vocabulario de en torno a unas 700 palabras diferentes, tomando como vocabulario estándar 1.400 términos. De ellas, entre un 50% y un 60% son palabras de origen árabe, sobre todo las que se inicias por ‘a-‘ y ‘al-‘, como ‘Albacete’ (‘basta llanura’) o ‘Albarda’; este último término se puede usar de una forma despectiva: ‘eres más tonto que una albarda’, como si la inanimada ‘albarda’ tuviera la capacidad de sentir y/o discernir. Decía ayer G. A. que los andaluces quieren hacer uso de una grafía propia para decir ‘cohone’ en lugar de ‘cojones’ (con perdón). Lo que no saben los andaluces es que aspirar la ‘j’ o la ‘f’ es una costumbre hispana que viene de una deformación lingüística. En La Rioja, allá por la Edad Media, el agua carecía de cloro, por lo que a los hablantes se les cayeron los dientes y dejaron de pronunciar la ‘f’ (para ello hay que posar la lengua sobre los dientes, ‘palatalización’) y pasaron a aspirar como los andaluces; de ahí, ‘harina’ por ‘farina’ o ‘hierro’ por ‘fierro’. Hoy día con el cloro en el agua, decimos ‘ferrocarril’. Los andaluces tienen una fórmula meridional de hablar, por lo que cambian ‘r’ por ‘l’ (‘sordao’ por ‘soldado’) y mil cosas más. Ellos tienen su propio vocabulario; por ejemplo, ‘jumera’ o ‘jamacuco’ se traducen por ‘borrachera’ y ‘dolor’. ‘Se ha pillado una buena jumera’ (‘Se ha pillado una buena borrachera’) o ‘le ha dado un jamacuco’ (‘Le ha dado un dolor’). Pero hay más. Tenemos por costumbre decir en términos políticos que ‘el gobierno ha aprobado un paquete de medidas’... ¿los paquetes se fabrican o se aprueban? ¿Las medidas se pueden meter en un paquete? Lo correcto sería decir ‘el gobierno ha aprobado un conjunto/grupo de medidas para...’. Incluso se debería decir con mayor corrección ‘el gobierno ha aprobado una serie de medidas’, porque las medidas si pueden formar una serie matemática. La prensa habla de ‘Madrid aprueba un reglamento para los porteros’... ¿La ciudad de Madrid por sí sola? ¿Madrid o el Real Madrid? Lo correcto sería decir ‘el alcalde de Madrid hace aprobar un reglamento’. Las ciudades y los países no deciden, sino que deciden sus gobiernos o sus representantes. “Los Estados Unidos eligen hoy a su nuevo presidente”. ¿Todos los Estados? ¿Sólo unos pocos...? ¿O habría que decir que “los norteamericanos eligen hoy a su nuevo presidente”? Seguiré...

26 de noviembre de 2008

Más términos lingüísticos...



En la línea que me marqué ayer continúo con la terminología y esas palabras que, como dice G. A., sirven para que sus paisanos y otros ciudadanos del mundo se lancen como cosacos a aprender nuestra Lengua Española. Por ejemplo, la terminología ‘izquierda’ y ‘derecha’, con acepción exclusivamente política, proviene de la Revolución Francesa de 1789. Los ‘progresistas’ eran los que sentaban a la izquierda en la Asamblea Nacional y proponían una ‘reforma progresiva’ (de ahí, ‘progresistas’), frente a los que pedían reformas más cautelosas y ‘conservar’ lo bueno que había en aquella sociedad del siglo XVIII, los cuales se sentaban a la ‘derecha’. También izquierda viene de ‘sinistra’ (todavía en Italiano se escribe idénticamente que en Latín), que a su vez en derivación da lugar a ‘siniestro/a’, lo que lingüísticamente haría que una persona de esa ideología se denomine también ‘siniestro’. ‘Derecha’ viene de ‘directus’, lo que haría que un militante de esa ideología sea ‘directo’ en el ‘decir’, pero lo dudo en el caso de Mariano Rajoy, por ejemplo. ‘Ministro’ deviene de ‘minister’, ‘el que sirve’, ‘el que ayuda’ y... por extensión figurada, ‘el que menos sabe’. Frente a él ‘maestro’ proviene de ‘magister’ que significa ‘conductor’ y por extensión figurada ‘el que más sabe’. Esto es, un ministro en nuestra etimología es el que menos sabe, frente al maestro que es el que más sabe, por eso el primero no habla ni dice nada y el segundo está en el aula. La prensa es una fuente de incorrecciones lingüísticas que se extienden por desgracia a la sociedad. Por ejemplo, al delincuente que gusta de los menores y/o abusa de ellos le llamamos ‘pedófilo’, un término que con buen criterio se debe traducir por ‘el que ama los pies’, pues ese ‘pedo-‘ proviene de ‘pes, pedis’, ‘pies’ en Latín. Lo correcto sería decir ‘paidófilo’, de ‘paidós’ ‘niño/a’ en griego. Y para terminar diré que ‘Senado’ proviene de ‘senatus’, en Latín, pero para mi gusto debería contaminarse de ‘senarius’ (compuesto por seis), también término latino. Esto último nos ahorraría dinero y tontos en el mundo. Seguiré...

25 de noviembre de 2008

"Bledo", "chisme" y otras expresiones


Ayer hablaba alguien en su Blog de las expresiones de la Lengua Española. Esas expresiones son la pura lingüística de una lengua que proviene de otra lengua muerta hace siglos y que, en contacto con otras lenguas, se recicla y moderniza. La lengua española tiende a una economía fonética y silábica. Frente a otras, nuestra lengua tiene un esquema sencillo: v-c-v-c-v-c-v (‘v’ de vocal y ‘c’ de consonante). Si nos ponen una palabra tal como el apellido Rull (c-v-c-c), decimos ‘rul’, quedando sorda la segunda vocal. De esta guisa, también usamos de los pronombres y demostrativos para economizar: en lugar de decir “tráeme ese libro” decimos “tráeme eso”; la frase “está enfrente de ti, en esa alacena” se sustituye por “está ahí”. “Bledo”, “chisme” son tan frecuentes como decir ‘cacharro’: “Este cacharro no va” en lugar de “mi televisión no funciona”. ‘No ir’ es ‘no funcionar’ correctamente pero cuando se compra uno en España una televisión dice que “me han instalado el aparato”, “me han instalado la tele”, pero cuando se rompe “se me ha roto el cacharro ese”; el tono despectivo también matiza la fase en que se encuentra el funcionamiento del aparato. Por estos días el ex presidente Aznar ha dicho que muchos en el PP están para “heredar”, cuando lo que debía haber dicho es que en el PP muchos están “para que los coloquen a dedo sin tener mérito ni competición alguna”. No conozco a nadie en el PP que no esté para no ‘heredar’. ¿Es o no economía de palabras? “Sunsun corda” viene de una deformación del Latín; en su origen significa “levantemos los corazones” y en castellano “todo el mundo”. La palabra en la serie “Cuéntame” viene por composición de palabras: “sunsun” + “corda”, y resulta “sunsuncorda”; el primer caso la pronunciación es de dos palabras, en la segunda de una sola. “Tener tela” es una expresión que proviene de “cortar tela”; como el sastre cortaba tela y dejaba el vestido al gusto del cliente, ‘tener tela’ es tener ‘algo más de lo normal’, ‘exceso de tela’; “esa expresión de Aznar tiene tela” significa “esa expresión de Aznar tiene más trasfondo del que subyace”, porque un sastre podría ‘cortar’ esa tela. Y así, más...

La narrativa de... Irene Rodríguez Aseijas


Irene Rodríguez Aseijas (Madrid, 1976) es una joven escritora perteneciente a la “Generación del 2000”; la última novela que ha publicado hasta el momento, “La tumba de Marilyn” vio la luz en 2006 en la editorial virtual de Literaturas.com. Irene tiene el don de la frase corta; el lenguaje estándar de nuestros días, para hacer llegar la acción a los gustos y entendederas de todos los lectores; su novela es un fiel reflejo de una sociedad actual y nos influye la presencia de un personaje distante con el que página tras página se va identificando el lector hasta comprenderlo. Nuevos nombres hay muchos, por supuesto, y el crítico puede resultar arbitrario en sus elecciones, algo que asumo, pero el nombre de Irene Rodríguez Aseijas es imprescindible en la nómina de los narradores actuales. Ella e Irene Zoe Alameda son dos escritoras al modo del siglo XXI, en las que prima la Literatura frente al mercantilismo que practican otros nombres y otras editoriales. Ella misma es una lectora incansable de la Literatura anglosajona, de la que extrae el flash back y el diálogo corto y ágil. Su novela “La tumba de Marilyn” es de esos títulos que a uno lo dejan satisfecho, haya optado por leerla como entretenimiento en el metro o con la necesidad de identificarse con un lenguaje entendido en clave generacional. Escribir un todo en partes tan cortas, tan certeras, tan ágiles (como decía unas líneas más arriba) y en un contexto tan cercano y reconocible para el lector es un acierto no sólo de la autora, sino también de la editorial que le da la oportunidad de salir a la luz. Los conflictos que narra Irene son conflictos que uno puede vivir o saber de ellos cada día enfrentándose a una sociedad que le rodea. Lejos de las imaginaciones fantásticas ensombrecidas por los vientos, la creación literaria de Irene busca la participación activa de la imaginación del lector, sin complejos, haciendo literatura al más puro estilo de Benito Pérez Galdós, por ejemplo. Por ello recomiendo esta novela (solamente adquirible por Internet) y el seguimiento a la autora.

20 de noviembre de 2008

Poema positivo



En la vida cotidiana y en la vida pública hay varios tipos de personas... Procura que tú seas de las personas que miran a los ojos para decir algo que resulte importante a los demás; que tu mano esté tendida siempre en afán de concordia y de diálogo, pero que esa mano sea signo de seguridad, nunca un gesto gratuito que lleve al otro a la decepción; que tus palabras sean firmes pero contundentes, para no tener que desdecir lo dicho por cuestiones de vuelta del destino; que tus lágrimas ayuden a otra persona a conseguir que sus sueños se hagan realidad por tu trabajo; que tu angustia vital se transmita en un trabajo que al final del día se cumpla en “tener del todo la conciencia tranquila”; que tu presencia infunda ánimo y sosiego a quien, acudiendo a ti, se vea agobiado por el destino.
Haz, tú que has nacido para ello; tú, que has sido escogida por los dioses del pasado y el Dios del futuro, que cuanto te rodea se transforme en futuro y esperanza porque así, seguro, que la Humanidad estará en deuda contigo y te devolverá la frase que tus oídos anhelan en los malos momentos del camino: “Te quiero”.
El premio de tu vida no es un inusitado poder ni la riqueza del rey Midas; piensa, que por tu vida, por tu familia, por ti misma, el premio de tu vida será aquel que represente la sonrisa de un niño al que has asegurado su futuro y que sólo puede darte lo único que tiene y que da valor a tu trabajo: “su sonrisa mientras tú pasas”.
Y si esperas que alguien te agradezca tus esfuerzos, tan sólo has de saber que encontrarás comprensión y apoyo en los más jóvenes y en los ancianos; huye de los injustos adultos que con su cinismo transforman tu cariño en dolor.
Recuerda que “si tú sonríes, alguien más va a sonreír”.

19 de noviembre de 2008

"Cuernos retorcidos", políticos e irreverentes


La presentación del libro de Joaquín Leguina fue un acto interesante, con alto calado intelectual y un excelente criterio político.
Ayer presentó Joaquín Leguina su último libro, “Cuernos retorcidos”, cuya introducción corrió a cargo de Pilar Cernuda y Juan Manuel de Prada. Lo cierto es que a las excelencias del libro, del que hablé en un post en esta web, se unieron las excelentes presentaciones de Miguel Ángel de Rus, el editor de Ediciones Irreverentes; la periodista Pilar Cernuda y el citado Juan Manuel de Prada. Leguina estuvo en su línea disertándonos sobre su obra pero hablando claro en clave política, lo que aumentará el interés por su libro; así pues volvió a disertar, con la aquiescencia del público, sobre los jóvenes de NNGG y de JJSS que trepan intentando situarse políticamente sin estudiar. El ex presidente de la Comunidad de Madrid, que reconoció que hoy la citada región está mejor que cuando él era el máximo dirigente, vino a decir que estamos en las peores manos de toda nuestra historia política. Mediocres próceres que van a lo suyo y sin apenas formación, y esto lo dijo para los navegantes de los dos grandes partidos, el PP y el PSOE, del que llegó a decir que nunca se separará. Pidió que los políticos coticen antes de dedicarse a la cosa publica y por lo menos tengan una carrera y sepan lo que es opositar. A Rodríguez Zapatero y a Rajoy les envió un recado: que en vez de pescar votos en CiU mandaran la Guardia Civil a Cataluña si Arthur Mas vuelve a decir que se sublevará en caso de que el Tribunal Constitucional rechace el Estatuto. Un político que no se casa con nadie; intelectual ante todo y autor de un excelente libro, “Cuernos retorcidos”, que nos habla de cómo en la política y en la vida también se pueden sufrir cuernos y no necesariamente en el terreno amoroso. Felicito desde aquí a Ediciones Irreverentes por el libro y por la colección y su fondo, puesto que les auguro un buen futuro, quizá no plagado de dificultades, por ser tan interesantes y tan selectivos.


© Fotografía: “El País”.

14 de noviembre de 2008

"Cuernos retorcidos", de Joaquín Leguina


Joaquín Leguina (Villaescusa, Cantabria, 1941) es, además de político, retirado, escritor. Mi tesis doctoral iba sobre su obra literaria y fue leída en mayo de este año. Ahora ha sacado, en Ediciones Irreverentes, un nuevo libro de cuentos titulado “Cuernos retorcidos”; una imaginativa temática que ya puso en práctica en “Cuernos” (2003). Leguina es uno de esos políticos sobradamente preparados intelectualmente tanto para ejercer un puesto público como para escribir; lo hace cotidianamente y lo hace muy bien. El último cuento del libro es una brillante crítica al PP y al PSOE por no cambiar la Ley Electoral que tanto beneficia a los nacionalismos periféricos. Pero estos ‘cuernos’ son otra cosa: historias de infidelidades maritales que son la vida misma pero que nunca nos atrevemos a contar; vidas interesantes de políticos del pasado, desde el conservador Winston Churchill hasta el comunista Ernesto Guevara; una sucesión de interesantes relatos cortos que aportan al lector historias interesantes, irreverentes y retorcidas para aprender y aprehender. Joaquín Leguina es tan independiente en la escritura como criticando al gobierno socialista de Rodríguez Zapatero: lo primordial es la escritura, el arte de la palabra escrita por encima de convencionalismos; es, como dice su amigo Luis Alberto de Cuenca, un intelectual por encima de un hombre de partido. “Cuernos retorcidos” es un libro breve, que uno puede leer en dos ratos por la tarde, y en ello estriba su brillantez: en la inmediatez de lo breve, en la dificultad de moldear una palabra escrita en poca acción narrativa. Miembro de una generación de brillantes cuentistas encabezada por Luis Mateo Díez y José María Merino, Leguina nos traza un libro de cuentos imprescindible para entender el género en pleno siglo XXI. Así pues, recomiendo su lectura, pero más aún su relectura algunos días después. El martes 18 de noviembre se presenta este volumen en la Casa del Libro de la calle Hermosilla de Madrid, en pleno barrio de Salamanca.

12 de noviembre de 2008

La chica del Starbucks


Desayuno en Starbucks todos los días desde 2002. En Hanover, New Hampshire, había uno y un día entré; por todos lados había estudiantes con grandes vasos de café y muffins de chocolate o almendras; algunos de aquellos estudiantes cursaban lengua española conmigo. Luego, al volver a Madrid, vi uno de esos centros en plena calle de José Ortega y Gasset y decidí entrar de nuevo. Bueno, todos todos los días no voy, pero sí la mayoría. Por allí pululan cientos de ejecutivos (y ejecutivas, que son las que más café consumen y en las que más me fijo) y están fijos los mismos camareros. Una de ellas es Aroa. Un día iba yo al trabajo y ella estaba en la puerta de Starbucks aterida de frío porque la encargada estaba de resaca y se había olvidado de abrir (sonrisa). Ni corto ni perezoso la invité a desayunar un Cola-Cao en el vecino VIPS y allí fue donde la conocí. Ahora, cuando llego, por muy larga que sea la cola siempre me atienden el primero. También está María Eugenia, una chica de Ecuador que es compañera de Aroa. Siempre me pregunta qué tal estoy con la finalidad de adaptar mi tipo de café al estado de humor que yo tenga en ese momento. La verdad es que uno se siente a gusto en Starbucks porque lo tratan como ya no tratan a un ciudadano de la gran ciudad en este Madrid tan despersonalizado. Yo pago por un expresso un euro sesenta céntimos: no lo veo tan caro. Ahora sí, para un observador nato como yo el Starbucks es una fuente de inspiración literaria: desde la belleza de Aroa hasta las conversaciones insulsas de las ejecutivas del edificio Beatriz; desde los yanquis que ponen los pies en la mesa hasta los más mayores que no saben cómo pedir un café en un sitio tan americano. Un mundo distinto el del Starbucks.

10 de noviembre de 2008

Un viejo de Illinois y Papá Noel



Un viejo solitario de Chicago (Illinois) envió una carta a Papá Noel en diciembre de 1935, bajo la administración Rooselvet. En su carta hablaba de su terrible soledad y de las carencias por las que pasaba su vida. Requería del gordo nórdico cien dólares. Los funcionarios que recogieron la carta en la Post Office se apiadaron de él e hicieron una colecta para reunir los cien dólares solicitados y enviárselos al pobre anciano americano. Al cabo, sólo reunieron ochenta dólares. Al recibir la carta, el anciano de Illinois respondió con otra misiva a Papá Noel: “Querido Papá Noel: gracias por enviarme los cien dólares, pero la próxima vez, por favor, no lo hagas a través de correos porque me han llegado ochenta y seguramente los funcionarios se han quedado con los otros veinte”. Verídico.

9 de noviembre de 2008

A ti, una carta de amor...

Esta carta de amor va dirijida a ti, mujer, que ahora estás leyéndola. No te pido respuesta, aunque si te sientes aludida es que te reconoces en cada línea.
A ti, que me hieres con tu mirada o con tus palabras; a ti, cuyos ojos mirar con resplandor de dureza encarnada en el otoño; a ti, a quien amo preguntándome cada día por qué; a ti, que no respondes mis directas palabras; a ti, cuya hermosura me atormenta y me atenaza. A ti, sí, a ti, dirijo esta carta de amor con toda mi alma. Por que en el fondo te quiero, cada día que pasa me aprisiono más en ti, cada momento en que me vienes a la mente vivo junto a ti una tormenta de pasiones... A ti, que hacer que yo no crea en el amor pero que me rinda a él como un soldado cuando todo lo tiene perdido. A ti, que te quiero como nunca antes he querido y que me hierves densa en el deseo; por que sí, porque además de tu alma te deseo con todas las ganas que me reportan treinta años de experiencias. A ti, que me besas en otros extraños besos, pero que te arrimas mentalmente a mis pasiones desatadas a través de mis palabras. A ti, cuyo nombre no pronuncio pero que ahora estás leyendo estas palabras. A ti, amor, que te quiero, a ti, dirijo esta carta para que todos sepan que te quiero.

4 de noviembre de 2008

Delenda est Monarchia


La monarquía española nos cuesta mucho y, en mi opinión, no nos está sirviendo de mucho en los últimos años. Los reyes de España y su familia tienen una asignación en los Presupuestos Generales del Estado que les permite vivir holgadamente y realizar unos actos meramente protocolarios y, según mi criterio, poco rentables. El papel moderador que la Corona debe imprimir a la vida democrática española es inútil, puesto que las instituciones públicas funcionan y los enfrentamientos o se dirimen en los tribunales o se solventan en las urnas. Nada más. Me molesta profundamente que se llame al Rey ‘motor del cambio’, ya que sólo fue un mero indicador. El verdadero motor del cambio fue Adolfo Suárez acompañado de la batería que imprimió legitimidad al proceso: Torcuato Fernández Miranda. El Rey dejó en manos de dos de nuestros mejores políticos del siglo XX un proceso ejemplar que, si hubiese salido mal a los dos actores, hubiera costado muchos disgustos a los españoles. Pero es más; al carro del motor del cambio hay que apuntar a la inmensa mayoría de la sociedad española que, entre 1975 y 1982 actuó con la racionalidad y la madurez suficiente para sacar adelante este país. Bien, pero si aún debemos reconocer que el Rey escogió a Suárez, hoy nos sale caro, más aún la asignación a la Casa Real y a las extravagancias de la Princesa de Asturias, como aquello de ir a operarse la nariz en Suiza con médico español. Por estos días la Reina opina en un libro, y creo que debe hacerlo pues es una española más bajo un Estado de Derecho que le confiere libertad de expresión, pero... ¿por qué luego no se puede criticar a la Institución? No es el caso de que se quemen retratos y banderas por los ‘republicanos independentistas que al gobernar viven como reyes’, pero me gustaría que la prensa pueda opinar y, otro sí, que el Rey fuera otro Alfonso X al que no le tengan que escribir los discursos, pues no me gusta que lo que lee sea la opinión del gobierno de turno (del PP o del PSOE) si se supone que es neutral y representa a todos los españoles.

27 de octubre de 2008

Luis Garrido Martínez

Luis Garrido Martínez (Madrid, 1926) es una de esas figuras literarias que pasan de puntillas, para no hacer ruido, por los manuales de Literatura. Tuve la fortuna de conocerlo allá por 2004, cuando pasé por su librería de la zona más humilde del barrio de Salamanca. Luis es un escritor autodidacta, hecho a sí mismo de lecturas bien asimiladas y prosa bien pergeñada por su inquietud literaria. De joven, mientras era cartero o electricista, apuntaba en una libreta, con letra redondilla, futuros proyectos de novelas y algún que otro drama teatral. La guerra civil fue para él el eje de su vida: por un lado rompió su familia y sus esperanzas de desarrollo personal, pero aunque él no comparta conmigo esa opinión, nos regaló un excelente escritor. Ya es memorable su novela ‘Los niños que perdimos la guerra’, editada en varias ocasiones y cuya lectura moral es que todos los niños de su tiempo perdieron la guerra; todos. El magnífico talante del escritor que es Luis Garrido le ha hecho ser amigo de variados escritores, poetas, políticos; entre ellos mi muy estudiado Fernando Vizcaíno Casas, de quien Garrido llegó a escribir su mejor biografía. La prosa de Luis Garrido es sincera, bien construida -él jamás ha estudiado nada de sintaxis-, con unos personajes perfectamente reconocibles en la sociedad; su barrio, el de Salamanca, es el microcosmos literario en el que transcurren las acciones de sus obras. Pero… ¡ojo!... no es el barrio que pinta Manuel Longares en ‘Romanticismo’, es el otro barrio, desde el que se oía el fusilamiento de los represaliados por el franquismo en los años cuarenta; el barrio en el que los porteros eran clave de la sociedad; el barrio pobre de Salamanca, el que se ocultaba a las señoras ricas de la ‘milla de oro’. Garrido tiene otros enjundiosos libros como ‘El caballo del malo siempre era blanco’, ‘El hombre del abrigo largo’, ‘La guerra civil se hereda’, etc. Parece que debemos mirar al siglo XVI para encontrar en nuestras letras autores autodidactas, hombres que dan a la luz de la imprenta obras literarias basadas en la experiencia y el aprendizaje de lo que somos, es decir, de lo que leemos. Luis Garrido, entre los siglos XX y XXI, es uno de ellos. Además de todo eso, y aunque no sea muy neutral el crítico que esto escribe, Luis Garrido es mi amigo. Un doctor en Filología aprende cada día de aquello que Luis guarda en su interior y, como buen humanista, comparte con todos los que nos acercamos a la trastienda de su Librería.

26 de octubre de 2008

El vicio crítico



El valor de la palabra escrita es incuestionable provenga de donde provenga y se realice con el sentido que se realice. Gracias a Internet se está produciendo una eclosión de la crítica literaria que deriva en un mayor conocimiento de los autores en boga o en el rescate de los nombres de siempre, pero afortunadamente con una mayor enjundia crítica y valor reivindicativo. ¿Por qué soy crítico? Únicamente no porque colabore con varias revistas literarias de varios países, sino porque mi perfil filológico más que un maestro, que también soy (y no profesor porque me gusta enseñar a los alumnos la Literatura y la Vida), me ha convertido en un crítico con nuestra Literatura. Es aquello que se denomina el vicio crítico (Vid. Miguel García-Posada, ‘El vicio crítico’, Madrid, Espasa-Calpe, 2000) y lo es más si además te apadrinan nombres como Miguel García-Posada, Francisco Caudet, Luis Alberto de Cuenca, Joaquín Leguina, etc. Yo, sin embargo, acepto que todo el mundo colabore en la tarea crítica, no como desafortunadamente ocurre entre los miembros del gremio, excesivamente corporativistas y trabajadores dentro de un círculo concéntrico. Como siempre he intentado rescatar nombres que merecen la pena se me denomina anticanónico. Verdaderamente la tarea crítica está pensada para que la realicemos todos y que la pluralidad de voces críticas nos permita un mayor conocimiento de nuestras letras. Echo de menos, por otro lado, y sin que tenga hilazón con lo anterior (puesto que jamás pondría en duda la alta capacidad analítica de ambas), que, por ejemplo, las webs de Fátima Fernández Méndez o Lauren Mendinueta recojan críticas sobre nuevos nombres que ellas mismas conocen y con los que comparten en algunas ocasiones eventos; su mirada crítica sería interesante para ir conociendo las relaciones entre poetas. El valor de sus webs es altísimo y referente y por ello las reto a sacar de su fuero interno el vicio crítico que llevan dentro. También echo en falta que en www.literaturas.com saquen más literatura de aquellos que yo denomino los nuevos nombres o nos traigan a colación aquellos que las antedichas poetas rescatan del olvido, porque a veces en España desconocemos algunos valores seguros de allende los mares. El crítico debe estar dispuesto a enjuiciar la literatura de un autor y de un tiempo, pero no con benevolencia. La crítica debe ejercerse con la neutralidad que exige el valor exegético de unas letras impresas con una intención comunicativa y lúdica, y en nuestros tiempos estamos cayendo en el error de sacar a la luz todo lo que consideramos bueno: a nuestros amigos, nuestros libros favoritos y aquello que nos gusta. Por ejemplo, detesto el modo de escribir que tiene Javier Marías y el endiosamiento en el que ha caído, pues habla ‘ex cathedra’ cada vez que los plumillas de ‘El País’ lo sacan para que no patalee... Debería realizar yo, y esto es una autocrítica, un post en el que enjuiciara con perfil crítico y filológico porqué la copia de William Faulkner que es Marías es inferior al original. Y como eso todo. Hace unos años el valor de la crítica teatral de Alfredo Marqueríe era incuestionable, aunque injusto a veces, pero en nuestros días la crítica descafeinada es lo que se lleva. Aún no he leído una critica sobre Andrea Cabel en España y, eso sí, afortunadamente ‘ABCD’ se hizo eco de Lauren Mendinueta pero no de su magnífico libro ‘La vocación suspendida’. Eso es. Tampoco hay que separar al escritor humano y relacionado con un entorno y en una época de su obra: no sería justo separar al Borges vanguardista y conservador del Borges poeta y narrador, pero sin caer en el grotesco morbo de inmiscuirse en la vida privada de un autor que lo es puertas afuera de su casa.

25 de octubre de 2008

Tzvetan Todorov


Tzvetan Todorov (Bulgaria, 1939) es uno de los más grandes intelectuales europeos y de nuestro tiempo. El año pasado fue para mi uno de los más duros que he podido tener y en un momento de desazón recurrí a un libro suyo que ‘robé’ de una biblioteca privada. Ante mí apareció entonces el gran pensador que ha sido merecedor del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales de 2008. Un gran estudioso de la sociología de la lengua y, por tanto, de la Literatura. Todorov ha publicado este 2008 ‘El miedo a los bárbaros’ (Galaxia-Gutemberg). Ese ensayo nos pone de manifiesto cómo en Europa, rotos los moldes del antagonismo entre Occidente-Oriente (tomando este último por los países del Este europeo), nos enfrentamos a la inmigración como los nuevos bárbaros. Un lúcido trabajo que recomiendo a todos para salvaguardar los principios del europeismo frente al anquilosamiento de las ideologías y los estereotipos. En caso es que el gran pensador que es Todorov y los quebraderos de cabeza que me dio tener que estudiar en la carrera a sus seguidores y no a él, tiene bien merecido el premio que los españoles le damos por estos días. La Literatura, en definitiva, puede y debe ser un compromiso personal del escritor con la sociedad a la que pertenece el lector (y esto es mío a partir de Todorov) y por tanto un medio de desarrollar una sociedad. Estas y otras cosas dice Todorov y yo lo secundo con gran interés. ¡Felicidades!

21 de octubre de 2008

Saber ignorar...


Es imprescindible saber elegir con quién desayunar; con quien beber y con quién tomar una copa... ya lo he venido escribiendo todos estos últimos días... pero también es necesario saber a quien ignorar... sí, saber a quién ignorar o de quien pasar. La gente tiene por costumbre aceptar o rechazar amistades con la misma facilidad con la que se entra o se sale de Facebook o de Tuenti. Pero la amistad, como el amor, es cosa de dos, y hay que saber luchar y apechugar con ello. Dice Gracia Iglesias que la amistad es algo difícil y que cuanto más das luego más dura es la caída; y tiene toda la razón. Siempre he considerado a la amistad como un sentimiento, una hilazón al otro más fuerte que el propio amor, pero también la caída es dura. Tanta gente que pasa por tu vida y en un momento determinado se va sin decir adiós, cerrando la puerta atrás sin justificación alguna. Por ello, cuando suena el móvil o cuando se produce una comunicación extemporánea con alguien hay que saber a quien ignorar. Por ejemplo, Ana Such y Analía Polanco son dos amigas de El Corte a las que me gusta saludar todos los días; me apetece hablar con ellas e incluso bromear... otra veces, hay personas a las que me apetece ignorar. No quiero llegar a la necesidad de tener que exclamar ‘¡Gilipollas!’ después de una llamada, pero me apetece ignorar a una determinada persona... quizá sea porque se lo merece; quizá sea porque soy injusto, no lo sé, pero hay que saber teñir un tupido velo de silencio entre otra personas y tú. No todo el mundo te aporta algo positivo en la vida y no por rechazarlo eres injusto; incluso haces una obra de caridad cristiana si lo ignoras, además de mantener tu mente sana. Hay que escoger con quién te vas a tomar una copa, con quién desayunas y a quién le regalas las chocolatinas que ponen con el café de la mañana (eso va por ti, Ana, que ya te las doy de dos en dos...) y, por ello, por salud mental, es necesario tener claro a quién ignorar y por qué ignorar... es cuestión de decisión y yo estoy decidido desde hoy a aportar algo a los demás y a que los demás me aporten a mi.

18 de octubre de 2008

Saber hablar, saber callar...



Saber hablar es tan importante como saber callar. Hoy me he dado cuenta de que mucha gente desaparece de la vida de otra persona por no hablar, pero por eso no hay que dar por hecho que se sepa saber callar. Hay mucha gente que desaparece de los lugares en los que habita en el más absoluto de los silencios, teniendo esto por bueno, pero si ese más absoluto de los silencios no se produce después de un acertado comentario, pues no hemos hecho nada. Cada día que pasa saber hablar no es saber expresarse; saber expresar las ideas y opiniones que tiene cada uno, sino que saber hablar cada día se ha convertido en un ejercicio de gritos y de llevar la razón sin dejar que el otro se exprese. Es como una nueva máxima: ‘vivimos en democracia, luego te dejo que opines pero se hace lo que me dé a mí la gana’. Esto es, la democracia orgánica de Francisco Franco. Por mi actual trabajo veo cómo hablo a la gente que no escucha y luego toma la decisión en función de su opinión personal, no según el criterio que yo le haya marcado; algo que, por cierto, evitaré con los alumnos pues para mi el lenguaje da autonomía pero es instrumento de comunicación, no de enfrentamiento como hacen los partidos políticos nacionalista. Pero... ¿qué quiere decir hoy Francisco? Dos cosas. La primera es que la gente toma decisiones sin hablar con los demás; se evita la comunicación y el arte del silencio se convierte en un dardo envenenado para tomar decisiones.... La segunda cosa es que no sabemos comunicarnos. Ayer leí un pequeño debate sobre los judíos españoles expulsados de España en 1492. Alguien opinó pero a la contrarréplica de la administradora del Blog el opinante siguió en sus trece: o sea, que pasó olímpicamente de enjuiciar la opinión verbal de la administradora. Ahí es donde toma conciencia el no saber cómo comunicarse o dar la razón al silencio. Sigo pensando, ante las ausencia, que hay que saber hablar pero también hay que saber callar.

16 de octubre de 2008

Quedar para comer; quedar para desayunar



Considero que quedar para comer tiene algo de reunión social, pero que es íntimo y personal. La gente está acostumbrada a quedar a comer por razones de trabajo, algo que se denomina ‘comida de empresa’, que es tan absurdo como las reuniones de Navidad con los compañeros del trabajo. Quedar para comer debe ser una elección inteligente, libre y que nos permita convertir ese momento de ingestión en un momento de comunicación con el otro o con los otros; comer con quien no eliges es un error, resulta desagradable, a veces tan poco interesante como quedar con alguien sabiendo de antemano que la ‘quedada’ es inútil o insulsa. Me gusta quedar para desayunar, como recomienda mi amigo el filósofo Ángel Gabilondo. Escoger a alguien con quien empezar el día frente a un café, con animada y escogida conversación es una buena manera de hacer vida social. ¿Por qué en ciertos trabajos se impone la comida de empresa? Intentan mezclar lo personal con lo mercantil buscando la comicidad necesaria para formalizar el negocio cuando la ingestión de un alimento, por necesidad fisiológica, es tan importante e íntimo y personal como ir al baño (y que se me disculpe la manera de señalar). Yo rehúyo las comidas con quien no elijo, aunque quede tildado de antisocial o de raro, porque me gusta elegir comensales, mesa, mantel, conversación y, si se tercia, pagar la cuenta porque elijo invitar sin necesidad de tener que justificar ‘gastos de representación’. Pero yendo a lo escrito, quedar para desayunar es una nueva variedad de digestión social más adecuada a nuestro tiempo, aunque rara en España. Las TV del país nos ponen sus famosos ‘desayunos’ con comentario de actualidad. Cenar; quedar para cenar es algo más íntimo, intelectual y adecuado para el ‘face to face’ con una persona con la que conversar o aclarar una cosa, pero quedar para el desayuno es el momento del día en que la energía te hace más fuerte y te anima a conversar con identidad e interés. Así pues, quedar para desayunar…

13 de octubre de 2008

Lo mal que hablan los políticos: lapsus lingüístico


Ayer escuché a un Consejero de una Comunidad Autónoma (de la que da igual el nombre y el color político) que estaba contento de que la ‘mujer se haya incorporado con fuerza a la Guardia Civil’. Yo no entendí bien eso de ‘con fuerza’. Puedo llegar a comprender y a defender con todos los argumentos de Ley del mundo que la mujer se incorpore ‘por derecho propio’ al Cuerpo de la Guardia Civil, pero la expresión, a parte de incorrecta en mi opinión filológica, demuestra la poca capacidad expresiva del barbado Consejero. De esta forma habrá que aceptar lo de Guardia ‘Civila’, para apartar el genérico del camino lingüístico y acercarlo al nivel de la calle. Las mujeres que pertenecen a la Guardia Civil lo hacen ‘por mérito’, ‘por capacidad’ y ‘por reflejo de la sociedad’, en la que el 50% de la población es femenina. Por tanto la Guardia Civil y el Ejército deben ser mixtos. ‘Con fuerza’ debe hacer referencia en la mente del mencionado Consejero a la incorporación ‘en gran número’ de la mujer a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Bibiana Aidó tuvo un lapsus con aquello de las ‘miembras’ que José Bono ha subsanado al retirar tal expresión del Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, pero tuvo después, en rara connivencia con el Partido Popular, el acierto de hacer retirar aquel nefasto y machista anuncio de las ‘croquetas de mi Mari’. La ‘fuerza’ de una abigarrada costumbre hace que todavía parezca normal que en nuestra sociedad la mujer deba estar ‘por derecho natural’ en la cocina, cuando ese ‘derecho natural’ la debe poner en la Guardia Civil, por ejemplo. Con esto voy a que posiblemente el ya susodicho Consejero esté acostumbrado a la figura clásica de la mujer ‘en la casa y con la pata quebrada’ y no supo cómo expresar que en el día de las Fuerzas Armadas la mujer, afortunadamente, se ‘ha incorporado en gran número y por reflejo social al Benemérito Instituto’. Lenguaje político.

5 de octubre de 2008

El amor como tema de la literatura



El amor es un tema habitual de la literatura. Desde las ‘Serranillas’ del Marqués de Santillana hasta la poesía de Ana Merino o Lauren Mendinueta, pasando por Pedro Salinas, el amor es un tema constante en la literatura. Quizá es ese sentimiento que a los intelectuales, o los que pretendemos serlo, nos invade más tiempo en nuestra existencia, en nuestra capacidad de reflexión y en el ciego entendimiento de la vida. Me gustaría proponer que se conjugue la capacidad de mezclar el amor con la poética literaria; es decir, que un escritor o escritora, o un crítico (que no sea ese señor de la Complutense tan renombrado y tan sinvergüenza), hable de la capacidad de llevar el amor a la literatura. Por estos días yo me debato entre la melancolía y la plenitud filológica, dejando a parte mi faceta política que, en tiempos de crisis, no sirve de nada como la de ningún otro prócer. He empezado a analizar una reciente edición de ‘De los nombres de Cristo’, en esa prosa maravillosa que tiene Fray Luis de León. Algo así echo de menos sobre el amor, un estudio que aglutine la capacidad de amar que tenemos, con las meteduras de pata que lleva aparejado el amor y la capacidad de plasmar ese sentimiento en la página en blanco. ¿Verdaderamente amamos a quien amamos? Una de las más importantes escritoras catalanas del siglo XX, Mercè Rodorera, amó a un hombre casado, sufrió por ello, y por el desamor hacia su marido impuesto por la familia, pero plasmó el amor que sentía hacia Barcelona y hacia otra persona con una intensidad desaforada. Es como el título del poema de Pedro Arturo Estrada (que me llega a través de Lauren Mendinueta), ‘el rostro oscuro del amor’. Y es que yo pienso que el amor, aunque no se crea, tiene un rostro oscuro; un lado vil y egocéntrico; una pura desafección de la amistad y una erosión del alma. Quizá por eso, porque es nocivo a veces y también adictivo, nos llena tanto y lo necesitamos plasmar literariamente. ¿Por qué no lo hace en uno de sus artículos en prensa Fátima Fernández? Ahí queda. La literatura tiene que dar cuenta por qué Dios, la Muerte y el Amor, así, con mayúsculas, es un tema recurrente, igual que en la filosofía. Incluso el desamor, como en Bécquer, es importante motor de páginas de versos. ¿Qué tendrá?

23 de septiembre de 2008

Una frase de Víctor Hugo

"Las revoluciones, como los volcanes, tienen sus días de llamas y sus años de humos".

Víctor Hugo

21 de septiembre de 2008

Poesía peruana actual


La poesía peruana actual tiene voces sumamente interesantes. Mi atención se ha puesto en varios nombres que resultan importantes para la poesía del siglo XXI, en mi opinión. Pero sé que aún quedan muchos otros. Sé que tengo que esforzarme en analizar más poetas y configurar una nómina más extensa y más uniforme. La primera de esas voces es la de la reconocida y asentada Rosana Crisólogo, que actualmente radica en el Norte de Europa. Quizá ella sea la voz de transición entre las poetas que se dieron a conocer en los años noventa y las que despuntan con fuerza rítmica en nuestros días. Tengo que reconocer mi amistad con Andrea Cabel, pero en mi labor filológica no le regalo nada: la crítica tiene que ser aséptica y eso hice con sus buenas actitudes poéticas cuando su libro salió y fue premiado. Alexandra Tenorio y Cecilia Podestá son otras dos voces que merecen la pena. No quiero decir con todo ello que todas, excepto quizá Rosana Crisólogo, estén consolidadas, pues deben darnos muchas páginas poéticas, muchos versos cargados de buenas intenciones y una profunda labor, sino que todavía tienen que trabajar mucho. Rocío Uchofen, además de poeta, es una excelente narradora, afincada en Estados Unidos y con un interesante proyecto, Híbrido Literario, cuya web se puede visitar desde un enlace en mi Blog (miren a la derecha). Queda que Mónica Belevan se lance a enseñarnos lo que únicamente escribe para sí misma. Ya en Los Noveles hemos podido asistir a sus buenas dotes, pero su reticencia al público no nos permite desestimarla como otra de las voces interesantes de la ‘Generación del 2000’. Y Mónica Carrillo, entre otras, cuya hibridez entre el verso y la música universaliza una poesía indigenista renovada en sus versos (léase, por ejemplo, ‘Unícroma’). Una generación controvertida en tanto que son muchos los críticos reticentes a aceptarla como tal, a profundizar en todas las características de una poesía vigente, con vigor y con valentía; es decir, las tres ‘v’. Yo la defiendo y la apadrino. Ahora sé de Pablo Salazar y su ‘Terrado de cuervos’, del que he realizado una reseña aquí hace unos días y al que sabiendo que empieza ahora animo a seguir adelante, y si alguna dificultad se les presenta a todos... ¿Acaso Juan Ramón Jiménez no se pasó la vida entera rescribiendo y corrigiendo? ¿Acaso Gerardo Diego no tocó todas las corrientes literarias? ¿Acaso Dionisio Ridruejo no encontró su ser en el soneto? ¿Acaso debemos separarnos del Pablo Neruda poeta del Pablo Neruda chileno y comunista? Animo a leer en http://www.porta9.com/ la reseña ‘Grito’ de Andrea Cabel: un excelente trabajo sobre la poesía de Pablo Salazar y un exponente de la viveza de la poesía peruana actual.

16 de septiembre de 2008

Apoyo a Yolanda Castaño


Yolanda Castaño (1977) es una poeta que se dio a conocer a mediados de los años noventa, siendo bastante joven, y que desde entonces ha tenido bastante éxito con sus textos. Por supuesto, algunos de ellos tienen más fuerza expresiva, mayor calado poético que otros, pero su permanente presencia editorial y en diversos recitales del mundo nos la presentan como una de las poetas de este principio del siglo XXI imprescindibles en todo estudio o análisis de la Literatura actual. El esfuerzo lingüístico que representa su texto en gallego y la posterior traducción propia al castellano enriquecen aún más su personal estética. Buscando unos apuntes sobre ella -para añadir a lo mucho que tengo anotado- he descubierto que hace unos largos meses se vio envuelta en una serie de veladas e injustificadas críticas procedentes de concretos sectores intelectuales de Galicia. Ella se vio, injustamente, representada en una caricatura de mal gusto y fue objeto de unos comentarios desafortunados desde diversas webs y blogs gallegos. Yo creía que en el ejercicio de la poesía las críticas le iban a venir necesariamente sobre su trabajo intelectual; no, como siempre en España (y que me perdonen los galleguistas a los que me refiero) se tiene que mezclar lo literario, lo intelectual, lo político e incluso lo más estrictamente personal. Fueron injustos con ella y yo, que personalmente no la conozco, pero que sí la he leído bien (considero) y la he estudiado (con el riesgo que corre el crítico al analizar la obra de un escritor vivo) vengo a solidarizarme con ella. También yo he tenido alguna vez que aguantar los comentarios críticos de profesionales de la Literatura cuestionando lo acertado o no de mi inclusión de Yolanda Castaño en algún artículo o cuando en alguna tertulia la he defendido como la mejor poeta erótica, por ejemplo, de España. En Galicia son más duros con ella. Ayer leí un Blog de una chica gallega que confiesa que pone la televisión para ver a Yolanda y confirmar su ‘odio’ (¡ojo!, escribía eso) por ella. ¿No lo dice todo de la persona que escribe? Cuando yo entré en política me impuse el más estricto respeto a quien no piensa como yo, pero sobre todo el más exquisito respeto por lo personal. Muchos más no lo hacen. Por ello no entiendo la campaña que se emprendió contra Yolanda cuando aceptó la dirección de una Galería de La Coruña. Sé el trasfondo de todo ello, pero no viene aquí al caso. Si lo que yo leí ayer hubiera sido estrictamente literario hoy no me abría lanzado a escribir este post, pero como los ataques iban a lo personal y a lo político he tenido la necesidad de posicionarme en defensa de una de las poetas que tengo bien leída. Incluso yo redacté su entrada en la Wikipedia (como la de Lauren Mendinueta, la de Andrea Cabel, etc.) en castellano antes de que los administradores me censuraran. Vuelvo a ser el verso suelto, el abogado de las causas que no me conciernen de siempre, así que espero que Yolanda al menos se sienta valorada por este crítico tan atípico y tan alejado de los postulados de los galleguistas que tanto se han pasado con ella.

9 de septiembre de 2008

'Yerma', de Federico García Lorca


‘Yerma’ es una obra teatral de Federico García Lorca escrita hacia 1930-1933 y estrenada en Madrid y Barcelona en 1934-1935. El problema de la esterilidad y de la sexualidad de la España de entonces está muy presente en un texto que levantó las iras de la derecha de entonces y los desmesurados elogios de la izquierda. Ambos grupos políticos no se enteraron del mensaje del poeta granadino. Hoy la he releído. Me parece una obra profunda y sensata; con un mensaje ‘cuasi’ feminista que era muy innovador para la época. Reflexiono pues sobre una obra literaria que tiene mucha proyección metafórica, en el sentido de que parte de su mensaje es muy actual y gran parte de su musicalidad y del ballet añadido son muestras de atrezzo que nos dejarían boquiabiertos en nuestros días en caso de ponerse en escena. El irregular hispanista Ian Gibson, que tampoco termina de entender del todo la España de los años treinta -que, como yo, no vivió-, ha intentado ridiculizar a la prensa de derechas de 1934 acerca de los comentarios despectivos e injustos que vertieron contra ‘Yerma’ y contra FGL. Ensalza, eso sí, a una izquierda que elevó a los altares la obra tan sólo porque la excelente actriz Margarita Xirgú era amiga íntima de Manuel Azaña. No se para en ver el texto. El texto abomina entre líneas del tabú sexual de la época y representa unas ideas, quizá antitradicionalistas, sobre el matrimonio. Ya está. Es la postura -que no la pose- de un intelectual progresista como fue el malogrado FGL. Y traigo a colación el tema porque a veces se toma ligeramente la Literatura como tema de confrontación política. Recomiendo pues a mis lectores la lectura de la obra; una de las tragedias rurales del poeta que más se acercan a las profundidades de una España profunda que salió a la luz con el estallido de la guerra civil el 18 de Julio de 1936.

5 de septiembre de 2008

El gen de la infidelidad


Parece ser que la infidelidad masculina viene determinada por un gen que hace que los hombres, por naturaleza, seamos infieles. Es una tesis que proviene de un estudio realizado por la Universidad Karolinska entre varios cientos de personas y la conclusión es meridiana. Las mujeres pueden tenerlo claro: si su marido-novio-pareja-rollo les es infiel no es culpa de la forma de ser, como hasta ahora; de las circunstancias, como se argumentaba también hasta muy recientemente (‘estaba borracho’, ‘ella me provocó’, etc.); o de lo que sea. La culpa es del gen. Me pregunto si del gen es la culpa de que cada día, según informa la prensa, se muevan unos 50 millones (¿de euros, de pesetas?) en prostitución en España, siendo Andalucía y Madrid, entre otras, las regiones con mayor número de visitas a las trabajadoras del amor de nuestro país. Algunos maridos acuden a ellas sin saber que muchas están ahí obligadas por las mafias de medio mundo que se han tomado España como un coto de caza privado en el que prostituir a jóvenes -e incluso adolescentes- sin escrúpulo alguno. Escribe Fernando Sánchez Dragó que quienes como yo confesamos no haber visitado nunca un prostíbulo ni tenemos en mente hacerlo (a pesar del gen de la infidelidad) mentimos; que el hombre, español sobre todo, es putero por naturaleza y que la moralidad falsa nos lleva a decir eso. No estoy de acuerdo con él. A mi, personalmente, me preocupa que haya trata de blancas en España y que en los lupanares de nuestras carreteras se estés propagando focos de enfermedades como el sida o la sífilis sin que los políticos -yo incluido- no hagamos nada. Imagino que sí hay prostitutas que lo hacen por voluntad propia, lo cual no critico, claro, pero la trata de blancas es otra grave historia. Volviendo al gen de la infidelidad, me pregunto si todos los que ven películas porno también son infieles y, por tanto, es el gen el que les hace poner el DVD y ver a Clara Morgane (en la foto), a Celia Blanco, Lucía Lapiedra, Kapri Styles (¡Me he documentado bien, eh!) en acción. Yo creo que la infidelidad es más una actitud personal ante la vida, que no depende ni de la moralidad ni del gen, sino del nivel de compromiso social y personal que se adopte con la persona con la que se convive. Hay que tener mayor o menor nivel de compromiso y de satisfacción con la otra persona para permanecer a su lado o irse a buscar la compañía de otra persona. E incluso de poner el DVD. Por supuesto que no pongo en duda la ciencia, es más, la defiendo, pero en esto creo que se equivoca.

30 de agosto de 2008

Gerardo Diego


A veces parece que la Generación de 1927 se reduce a dos o tres nombres entre los que están necesariamente Federico García Lorca y Pedro Salinas, entre otros. Uno de mis poetas favoritos del siglo XX es Gerardo Diego. En el Instituto madrileño en el que enseñó literatura estudié yo mi Bachillerato e hice las prácticas del CAP enseñando el ‘Cándido’ de Voltaire. Diego fue el antólogo de la generación y con él fue con el primero que se enfadó Juan Ramón Jiménez. Esa antología (ahora reeditada por Cátedra con prólogo del profesor y poeta José Teruel) recogió la gran esencia de la poesía española de lo que José Carlos Mainer llamó ‘Edad de Plata’ (1902-1939). Tuvo sus detractores pero ha sido uno de los corpus más esenciales, innovadores y con proyección de futuro de la poesía española del siglo XX. Gerardo Diego, que fue vanguardista en su juventud, amigo de Jorge Luis Borges, Vicente Huidobro, Juan Larrea y maestro de José Hierro, resultó un excelente sonetista en su madurez, cuando frisaba la jubilación en las aulas de enseñanza femenina del ‘Beatriz Galindo’. Dos de esos poemas los he querido recoger en esta entrada, porque ya se me ve el plumero (Dionisio Ridruejo incluido) de que estoy muy reivindicativo con este tipo de poema introducido por Garcilaso y Boscán en nuestra Península en el siglo XVI. Como hay días que me siento tan incomprendido como Gerardo cuando lo repudió JRJ y es uno de mis poetas más leído y más estudiado, he querido recordarlo. Que no se nos olvide que el conservador de la Generación de 1927 que se quedó en España tras la guerra para dar clase y entrar en la RAE se llamó Gerardo Diego.


Tú me miras, amor, al fin me miras
de frente, tú me miras y te entregas
y de tus ojos líricos trasiegas
tu inocencia a los míos. No retiras
tu onda y onda dulcísima, mentiras
que yo soñaba y son verdad, no juegas.
Me miras ya sin ver, mirando a ciegas
tu propio amor que en mi mirar respiras.
No ves mis ojos, no mi amor de fuente,
miras para no ver, miras cantando
cantas mirando, oh música del cielo.
Oh mi ciega del alma, incandescente,
mi melodía en que mi ser revelo.
Tú me miras, amor, me estás mirando.

Insomnio
Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño, y por el mar las naves.
En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.
Saber que duermes tú, cierta, segura
-cauce fiel de abandono, línea pura-,
tan cerca de mis brazos maniatados.
Qué pavorosa esclavitud de isleño,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.

29 de agosto de 2008

(Más) Sobre Lauren Mendinueta


Un filólogo se forma en una Facultad. Yo confieso que he leído mucho pero que no he leído lo suficiente como para considerarme el mejor de los profesores de Lengua Española del mundo hispánico. Sé que puedo serlo, pero no quiero ser vanidoso. Es más, confieso que durante mis estudios de licenciatura opté por Mario Vargas Llosa frente a Gabriel García Márquez y por ello desconozco gran parte de la obra del colombiano y he leído el total de la del peruano. Sé que Lauren Mendinueta clamará contra mi, con toda la razón, pero sí que he leído ‘María’ de Jorge Isaacs, que apenas se conoce en España. El caso es que Lauren Mendinueta tiene un magnífico Blog que intitula ‘Inventario’ (hay un link desde la parte derecha de esta página). Cada día me sorprende con nuevos ritmos poéticos sacados de todas las literaturas universales; gracias a ella he sabido de muchos jóvenes poetas que mi encasillamiento en la Generación del 2000 me ha impedido conocer. Lo cierto es que Lauren Mendinueta es una de las más grandes intelectuales que he conocido (Mario Vargas Llosa, Miguel García-Posada, Francisco Caudet, Joaquín Leguina, Fátima Fernández Méndez, Ana Merino, Manuel Jiménez de Parga, Fernando Vizcaíno Casas, Luis García Montero, Luis Alberto de Cuenca,...) y ella lo demuestra sin presunciones cada día en su cuidado y cultísimo Blog. Me he referido a Lauren en muchas ocasiones, la última el día de ayer, pero el post de hoy se lo quiero dedicar muy especialmente. Es un gustazo leer sus poemarios cada día mientras estudio su estética y me siento muy ilusionado y orgulloso de ser de su generación, puesto que nacimos el mismo año. Para el profesor que soy es un gustazo hablar de su poesía en determinados círculos. Sobre todo a los más jóvenes. Algún día me he tenido que emplear a fondo en defender su poesía ante otros filólogos que viven con pasión la filiación al único autor del que han escrito en su tesis, sin reconocer que en la actualidad la literatura está viva gracias a mujeres como Lauren Mendinueta, pero eso es lo de menos. Quiero con todo ello decir que en el Blog de Lauren estoy aprendiendo mucho más que en los suplementos culturales de los periódicos y quiero por ello recomendarlo a todo el mundo. Sé que el mío es demasiado heterodoxo por eso de mi faceta política mezclada con la literatura, pero me gustaría también que esa generación a la que pertenece Lauren se comprometiera socialmente con un cometido a través de la poesía, pues unas palabras con la magnificencia de las suyas tendrían muchos ecos. Gracias Lauren.

La poesía de... Fátima Fernández Méndez


La magnífica poeta asturiana Fátima Fernández aparece cada día con mayor fortaleza en el panorama poético de nuestro país. Considero a Fátima una gran intelectual -no hay mas que ver y leer su blog- y de su capacidad literaria dan fe sus numerosos premios y los elogios que le dejan en su web otros grandes poetas. Me siento algo antólogo de esta nueva generación -un poco tímido últimamente por las duras censuras de la Wikipedia- y veo en Fátima una figura prometedora. Sé que el mundo editorial español no es muy justo; soy consciente de que su juventud debe pagar el tiempo que le queda hasta que los grandes filólogos y los grandes críticos españoles le dediquen las páginas que se merece; pero mientras, ella escribe y cada día nos deleita con su inteligencia. La última de sus geniales ocurrencias ha sido reivindicar la faceta poética de Jorge Luis Borges, para venirnos a decir que no sólo es el narrador que todos creemos que únicamente es. La literatura de Fátima es brillante y llamativa; su poesía es fresca y está llena de imágenes que nos permiten entender con verdadero interés lo que nos transmite su subjetivo ‘yo’ poético. La metáfora, que todos concebimos como propiedad privada de Luis de Góngora, también tiene un hueco entre los numerosos y certeros versos de la asturiana. Bien. Un día apareció, no recuerdo cómo, quizá a través de la magnífica Lauren, la poesía de Fátima ante mis manchegas entendederas -ella, que estudió en Cuenca, ya sabe lo parecidos a Sancho Panza que somos los profesores de letras de La Mancha- y me saltó una chispa que sólo recuerdo haber vivido antes ante la poesía de Lauren Mendinueta. No voy a hablar de que Fátima es un genio de la poesía porque aún debe tirar versos a la papelera así como brindarnos otros más brillantes que los que nos ocupan, pero sí es un valor prometedor que nos dice que hay poesía más allá de mis antologadas Yolanda Castaño, Ana Merino, Vanesa Pérez-Sauquillo, Elena Medel, etc., en España, o que Lola Arias, Marcela Collins, Eunice Shade, Alexandra Tenorio y otras de allende el Atlántico. La versatilidad de su poesía estriba en que se maneja tan bien en la estrofa corta como en la larga, si bien echo de menos que sus cualidades pasen a configurar, algún día, un sonoro romance o un sáfico soneto. Pero puesto a analizar lo que tengo delante, el trabajo empleado en el ritmo del verso corto se traslada a la musicalidad y sonoridad del verso más largo, actuando con el mismo interés poético en ambos casos. Fátima tiene una teoría y estética que se va definiendo -imagino que habrá escrito cosas que yo no he leído- en el día a día de su trabajo (y esto es una especulación) y en el transcurrir de sus versos. Pues bien. Ahí queda el nombre de Fátima y espero que suene tanto como sus versos. Versos de los que doy fe en este post.

SILENCIO
!Schss, ¡no hagas ruido!
Cierra los ojos,
Ahora, aspira.
Aspira este espeso silencio.
¿Sientes su vaivén?
Es la hamaca de la soledad.
¿Lo hueles?
Es el olor mezclado de los pueblos.
Abre los ojos.
Ya puedes expirar.
Expirar los gritos inaudibles
de quienes sufren y nunca vemos.
Expirar este llanto
que se ahoga en mi garganta

© Fátima Fernández Méndez

8 de agosto de 2008

Benito Pérez Galdós


Uno de los muchos escritores de la Historia de la Literatura Española que más admiro es Benito Pérez Galdós. Proveniente de una familia media, llegó a lo más alto de la carrera literaria con su ingenio. Nadie duda que sus ‘Episodios Nacionales’ son la mejor historia del siglo XIX español que se ha escrito y nadie duda que títulos como ‘Fortunata y Jacinta’, ‘El amigo Manso’ o ‘Marianela’ son imprescindibles entre las obras clásicas que hay que leer. Él fue denostado por un sector de la crítica y la opinión literarias y amado por la sociedad que leía sus obras en folletines. Esos folletines son hoy las más imprescindibles páginas de la Literatura Castellana. Don Benito tuvo veleidades políticas siendo en 1886 diputado por el distrito de Guayana y más tarde militando, junto a Pablo Iglesias, en la Conjunción Republicano Socialista que le llevó a ser diputado por Madrid en 1907 y 1909. Sus camaradas lo olvidaron cuando ya no tenía dinero y cuando la ceguera (física) le llevó a escribir la quinta serie de los ‘Episodios Nacionales’ al dictado. En este punto tengo que traer a colación a otro escritor, el conservador y miembro de la Generación del 98 -si los señores de Wikipedia aceptan aquello de Generación, que lo dudo- “Azorín”. Siendo Subsecretario de Instrucción Pública ayudó económicamente a nuestro escritor canario. Atrás quedaban sus deudas, sus pleitos, todo… Lo que caracteriza a Galdós es ser el Cervantes del siglo XIX. Un gran escritor realista. Un gran hombre de letras. Esperemos que las nuevas generaciones no olviden al autor de ‘El abuelo’ y otras páginas maravillosas.

25 de junio de 2008

Alguien con quien hablar



Es cada día más frecuente que la gente no piense lo que va a decir, lo que tiene que decir o, lo más adecuado, lo que debe decir. El verano es la época del año de mayor relación social, pero también una época en la que el calor hace efecto en el psique de las personas. La gente se vuelve más social, sí; pero también más agresiva. Se puede comprobar en la calle, en los comercios, en la conducción… en un sin fin de lugares. La gente se arrepiente “a posteriori” de aquello que “a priori” no ha sido capaz de meditar, justo cuando el mal por el decir es mayor y hace más daño. A mi eso no me vale. Bien es cierto, como creencia propia, que el que es capaz de decir sin pensar (porque pensar sin decir es de sabios) tiene algún problema personal que no tiene por qué ser grave, pero que tampoco tiene que repercutir en los demás. La gente se grita o se insulta como si alzar la voz o el valor propio del insulto fuera un medio de coacción social. Yo creo que la sociedad, nuestra sociedad, está perdiendo muchas veces aquello que se llama “compostura”. He tenido la experiencia en la última semana de recibir los gritos, o las frustraciones, según podamos enfocarlas, de varias personas. En el fondo si alguien es capaz de llegar a ese extremo con alguien tan pacífico como yo es porque tiene un problema. Creo. El caso es que en invierno, con el frío y el destemple, eso no ocurre tan frecuentemente. Un amigo mío ha tenido una pelea absurda con otro amigo mío a costa de la actitud laboral del hijo de uno de ellos. Es decir, el caso más superfluo e irrisorio de todos los que se puedan dar. Y ahí queda eso. Repito que achaco todo esto a la frustración o el estrés personal de cada cual. La verdad es que encontrar a alguien con quien conversar es difícil. Al menos eso me está transmitiendo la gente y lo percibo yo; pero es que si no se es capaz de conversar tampoco se está siendo capaz de convivir. Por suerte, al menos sí conozco a una chica con la que se puede conversar a gusto. Pero, volviendo al hilo, el grito, el insulto, la ilusión de creerse por ello “Conan el bárbaro” lo que produce es el deterioro de nuestra sociedad. Y, ojo, que lo más fácil es conversar.

3 de junio de 2008

Realidad o deseo

La realidad o el deseo. La lucha entre ambas es inconstante, inconsciente, insalvable... La realidad es lo que nos catapulta al abismo de lo peligroso, de la vida útil pero difícil, de lo curioso y extraño, del amor correspondido-no correspondido. El deseo es nuestra proyección más allá de lo que humanamente sepamos o deseemos. Y aunque un gran poemario del no más alto Luis Cernuda, la realidad es la que nos debe hacer estar a ras del suelo, ser concientes del ‘ser’ y del ‘decir’ y luchar hasta conseguir lo que se nos ponga por delante. El deseo es la proyección de nuestro ‘yo’ más allá del amor, de la realidad y de la muerte. Por eso hemos de optar por una de las dos sin combinación de ambas. Y en este sentido de forma instintiva optamos por la segunda buscando una felicidad que puede o no ser real, pero que es la que anhelamos. La realidad lo sepulta y lo mata todo. El equilibrio, repito, está entre la realidad y el deseo. Entre saber estar en un sitio y desear estar en otro, entre saber lo que nos toca vivir y saber qué es lo que queremos vivir.

19 de mayo de 2008

El amor... ¿existe?


Yo siempre he creído que el amor no existe. Pueden darse la comunicación; la coincidencia de ideas y de gustos; el cariño; el compartir cosas; etc., pero el amor, entendido como un flash que te hace ver a la otra persona como el mejor de los seres del mundo, como lo más perfecto y entorno de quien gira todo, eso, no existe. Afirmo desde mi punto de vista que el AMOR no existe. Puede haber sexo, sensualidad, atracción, un flash por el decir del decir o por el decir del eros, pero aquello del amor no. Entiendo a los ascetas y a los místicos cuando dicen del amor a Dios, e incluso creo a los poetas cuando divinizan a la amada llamándola amor, pero eso no existe. Es una ilusión. Si alguien se pasea frente a la casa de la persona que es gustada, lo hace para ser visto, para sufrir un encontronazo. Si alguien llama a un teléfono, con un profundo latido del corazón, no es por amor, es por la necesidad de ser escuchado y de oír, pero quizá no de escuchar. Si alguien se siente físicamente atraído por el otro o por la otra quizá sea un efecto físico, pero no un amor a primera vista -suponiendo que la vista enamore, porque también hay un refrán que dice que “hay ojos que se enamoran de legañas”- y tanto porque el amor a primera vista no existe, es el placer hedónico del mirar que atrae. Y fíjense, nunca nos atrae lo feo, nunca miramos lo feo, siempre nos atrae lo bello, lo hermoso, porque los ojos se van a ello, luego no son imparciales, son parciales y si existiera el amor sería ciego e imparcial. He abierto una encuesta en la que pregunto que si existe el amor y, de momento, va ganando el sí, pero creo que más por ilusión que por convencimiento. Porque... ¿cuánta gente puede afirmar que está enamorada tal como define la psicología y la filosofía? Muy poca, porque los más lo que están es unidos a una persona, definidos en una persona, ensimismados con una persona, pero no enamorados, sino atraídos por una forma de ser que no es la nuestra y en la que nos nutrimos. Es el puro hedonismo del creer en el amor, pero no en el amor, porque Platón y los demás hablaron de otras cosas que no son lo que conocemos -mediatizados por el romanticismo del siglo XIX y por el amor cortés de la Edad Media- como amor. Así pues, el amor no existe. Es pura ilusión.

10 de mayo de 2008

El compromiso



Es importante que cada persona tenga un compromiso. O varios compromisos. Hay que estar comprometido con algo y hacer uso y gala de ese compromiso. El ser humano es un individuo que unido a los demás conforma una sociedad y en ese núcleo de habitantes del mundo debe existir el compromiso con el amor, el compromiso con lo social, el compromiso político... Yo, desde siempre, he mantenido un fecundo compromiso con aquello en lo que he creído y por ello he militado en un partido político determinado (y en función de unos parámetros sociales e ideológicos que comparto con otro amplio sector social que se siente comprometido con su sociedad), he mantenido un fuerte compromiso con el amor (entendido este por querer a determinadas personas por sus determinadas características) y he mantenido un compromiso con los demás allá donde he visto que podía ayudarles. Siento pena de esas otras personas que no se sienten comprometidas con nada, ni siquiera consigo mismas, y que pasan por la vida como aquel que oye llover. Practicar el compromiso es algo que nos hace más humanos y más cercanos a los demás y a la sociedad que nos ha tocado vivir. Por eso es importante el compromiso, por los demás, pero por uno mismo que debe saber decir lo que tiene que decir en el momento en que el decir es necesario para el otro. Y el compromiso es el decir algo a los demás sin nombrar, sin hablar, sin gesticular, solo con una acción.

7 de mayo de 2008

Tesis Doctoral

Esta mañana, a las 11.30, se ha producido el acto de la lectura de mi Tesis Doctoral en el transcurso del cual el Tribunal, por unanimidad, ha decidido otorgarme la calificación de Sobresaliente Cum Laude. El Tribunal ha estado compuesto por don Ángel Gabilondo, doña Carmen Valcárcel, don Jordi Gracia, doña Julia Barella y doña Pura Fernández. Ha estado dirigida por don Francisco Caudet.