5 de abril de 2011

Contra la inmensa minoria


Sólo los muy necios se creen imprescindibles; sólo los muy mediocres creen que sus ideas son únicas y universales; sólo los que carecen de principios no cumplen nunca sus palabras. Y sólo los cementerios están llenos de imprescindibles. Es consustancial a cualquier sociedad, y mucho más si esta es desarrollada, que en todas partes haya gentes retorcidas y con probada doblez de miras. Siempre ha existido eso mismo y generalmente son aquellos que gustan del poder o la dirección por el poder y más si hay intereses económicos en medio. Esos son los que, llegados a este punto, configuran la sociedad y esos son los que contra ellos deben girar los intelectuales, sean estos de izquierdas o de derechas. Tengo para mí que el valor de las personas es saber estar en su sitio, ser fieles a las ideas y principios (los que los tengan por el mero hecho de haberlos adquirido, no de vivir de ellos) y cumplir con la palabra dada. Algo que en la España Imperial del siglo XVI (con sangre, sudor y lágrimas) era el valor del honor que, más tarde, configuró en sus dramas Pedro Calderón de la Barca; y que hoy apenas vale. Hoy queda poco de aquella huella, independientemente del magnífico ensayo que sobre el escritor y dramaturgo madrileño citado ha escrito mi amigo el genial profesor Jesús Pérez-Magallón, de McGill University en Montreal (Canadá). Está claro que la gente esa que se considera imprescindible no lee y lo poco que lee es el libelo que él mismo o sus conmilitones perpetran contra la sociedad, pensando que lo primero y principal es su pellejo y su modus vivendi. Podemos llamarles lo que queramos, que ellos harán oídos sordos, pero lo que realmente son (para toda una sociedad que espera soluciones y caminos) es gentuza.

2 comentarios:

Mariana Ozuna dijo...

la verdad, no entiendo tu comentario, ¿estabas enojado? E mi pueblo dicen, no me defiendas compadre.
Mariana

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Un poco sí, Mariana, la verdad... esa gente... Lo único que quería decir es que hay alguna gente mentirosa y que no sirve de nada a nadie... :-)