Hace tiempo que la había visto por el barrio: la primera vez caminando por la calle, con unas mallas ajustadas color negro; trabaja muy cerca de mi casa y la primera vez que la vi ya me fijé intensamente en ella, me atrajo su forma de andar, quizás su mirada, la forma que tiene de peinar su pelo, no lo sé bien, no estoy seguro: fue una de esas personas que te entran por la viveza y ahí queda. Anoche fue la segunda parte. Andaba yo mortecino y adormecido en Murphy’s para celebrar algo con los compañeros de la antigua redacción, en fin, una de esas fiestas aburridas que uno no puede ni debe perderse en aras de la sociabilidad. Y entró ella: fue una de las invitadas de honor, una de las chicas más risueña y activa, lo cual me gustó. A veces uno se cruza con gente interesante en el camino y acaba conociéndola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario