(A esas personas que sufren conmigo el insomnio)
No sé si será únicamente a los escritores o a alguien más, pero por las noches me atenaza el insomnio. Ese es un mal estúpido que te hacer perder el sueño y, en cierto modo, la razón. Yo, al menos, me vuelvo loco. Además tiene el detalle de traerte a colación cuatro o cinco sucesos negativos de tu vida, recurrentes; siempre a aquellas personas que desaparecieron y hace siglos que no sabes de ellas o, en su defecto, aquellas otras personas que no terminan de entrarte o de salirte. Eso sí, dentro del insomnio surgen miles de ideas y de criterios, historias, sueños con los ojos abiertos. Eso son las noches de insomnio, acompañadas del transcurrir de las horas en el reloj... así hasta que, como hoy, se oían de fondo los pájaros cantar y por el resquicio que deja siempre una ventana brillaba una tenue luz que ha ido subiendo de tono. Noches de insomnio...
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