Yo qué sé qué hora era y qué andaba haciendo, sólo recuerdo que cuando habitaba la Facultad era noctámbulo: hasta las tantas y con cinco horas, como nuevo. Alguien llama: al teléfono de casa, que entonces eso del móvil no se llevaba... "Pon la dos", dice el interlocutor -lo mismo da la dos que Telemadrid, no recuerdo-. Allí aparece una entrevista interesante a dos poetas; la una consagrada, la otra novel -a los escritores habría que ponerle la L como a los conductores de dieciocho años- y me fascina. Todo, pero la joven me llama la atención porque dice cosas que me llaman la atención, porque nació el mismo año que yo -que ya es buena cosecha- y porque estudia lo mismo que yo. En fin, lo que uno hace: se va al día siguiente a buscar cosas de la poeta y aunque tarda algo más de uno lo consigue; en eso el protagonista no cambia. Ahora el paso del tiempo se viene una de estas noches -ahora es insomnio, no club de noctámbulo- y lo recuerdo todo con nitidez, con sensatez, con solvencia, con cariño -si se permite- y entonces digo, "joder, si tampoco hace tanto tiempo".
1 comentario:
Huyyyyyy yo siempre digo que todo fue ayer y cuándo te paras a pensarlo...pason 26 añossssss jajajajajjajajaj.El tiempo va demasiado deprisa...
Un besito
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