¿Y si, de repente, saliésemos a la calle y allí no hubiera nadie? ¿Y si, por ejemplo, nuestra civilización cambiara, de pronto, y todo fuese distinto? ¿Y si, en lugar de odio, envidia e incordio todo se volviera suavidad? ¿Y si, de repente, en lugar de lamentos tuviésemos sueños...? ¿Y si, en lugar de lamentarnos, nos pusiéramos las pilas?
¿Y si, de repente, ella fuese...?
2 comentarios:
Que onda hermano! muy buena tu reflexión, escribí hace poco un articulo ssobre el mismo tema espero te guste http://pablocidglez.blogspot.mx/2013/06/el-fin-del-mundo.html
un abrazo desde San Luis Potosí, México
Muchas gracias, amigo. Te leeré. Abrazos desde Castilla-La Mancha
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