Tener medida es algo necesario para todos los aspectos de la vida. Es necesario saber tener mesura para amar, por ejemplo, lo mismo que para odiar o para reír. Hay que saber ser consustancial a lo que es necesario y ponderado y a lo que no. Hay que saber medir las cosas: las palabras, las emociones, los rencores, el tiempo invertido en un propósito. Lo malo o lo bueno es que somos pasionales y tendemos a romper toda medida, a amar desbocadamente, a polemizar con ironía y tensión, a desear confundiendo la realidad con el deseo. Todo, absolutamente todo, lo hacemos sin medida y quizás por ello obtengamos unos días la gloria y otros el infierno.
1 comentario:
Exacto, autocontrol. Siempre basándose en la no-agresión.
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