16 de mayo de 2014

"Otra persona"


Un día despiertas y descubres que es otra persona, no la que tú creíste que era; da igual que te enseñe el deneí o que cojas una fotografía suya y la mires mil veces... de pronto, descubres que no es quien pensabas; caes en la cuenta de que quizás tú hayas sido el culpable del hecho, por haberla dotado de unas emociones, de unas ideas, de unas querencias, de unas palabras... que no son suyas, son las que creíste creer que eran; las que le pusiste en la vida real o en la literatura, qué más da. Ahora, a lo mejor, sus pasos no son los que pensaste, ni su eco, ni el sonido de su voz; incluso, quizás no pensaba como tú creíste creer que ella pensaba. Es curioso, pero posiblemente, por mucho o por poco tiempo que hayas pasado con una persona, ¡te quedan tantas incógnitas! ¿De verdad le quedan tan bien los vaqueros que tú piensas que le quedan tan bien?; ¿su mirada, cuando se fija en la tuya, dice lo mismo que la tuya cuando se posa en la suya? Despiertas y empiezas a ver claro que quizás haya más de literatura que de realidad, más de pasión que de cabeza, más de deseo que de verosimilitud... Te sientas hacia atrás, respiras hondo, cruzas las manos y repites sonoramente su nombre, despacio; lo escribes, lentamente... y, de repente, no suena igual; hay un extraño vacío sustentando en tantas preguntas sin responder. Silencios que emergen y que sólo se desvanecen cuando te dices: "yo ya no estoy para estos trotes". 

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