No, no nos han enseñado a decir adiós o a entender el adiós. Nos han acostumbrado a los finales felices, a que todo salga bien; incluso hay cosas que la prensa no saca, para que todo parezca idílico y perfecto a nuestro alrededor. Pero no, todo no es lo deseado y deseable: quizás Paul Auster o Philip Roth me entiendan mejor; quizás ellos sepan que no siempre el chico se liga a la chica ni la chica acierta con el chico; que no siempre la entrevista de trabajo termina en un contrato; que no siempre tu voto sirve para construir el futuro; que no todas las veces el hotel de las vacaciones es perfecto ni apruebas el carné de conducir a la primera ni te pilla la lluvia con un paraguas en la mano... Eso es; decir adiós a veces es lo que acontece, que se va esa persona, que quizás no la vuelvas a ver o que regrese de su viaje cambiada o, sencillamente, que tú conozcas a otra gente en el mientras tanto. Eso es; lo que no nos han dicho es que el adiós es parte de nuestra vida, dejar detrás parte de nosotros, cambiar una cosa por la otra; en definitiva, que mil veces las pelis no terminan bien o ni siquiera tienen final. Que no siempre sabemos decir -o asumir, que es peor- el adiós. Goodbye.
2 comentarios:
Tu escrito me ha recordado a: https://www.youtube.com/watch?v=qhR7TKkC_Nw
A veces cuesta asumir que las cosas se acaban, pero es de lo que va la vida... las relaciones empiezan, cambian y se acaban, y, como me dijo Begoña hace unas semanas, "siempre hay uno al que le duele más que al otro"...
M.
Todo se pasa, todo se viene, es la vida. A uno le duele más que al otro, pero no toda una vida... creo.
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