En las noches de insomnio; a pesar de que los días van caminando contra el calendario y yo con ellos y con el esfuerzo por olvidarte... En esas noches, cuando me levanto, aún recuerdo perfectamente tus ojos y las líneas de tu rostro; el aire de tus pasos y el acento de tu voz; cómo mirabas hacia mí o cómo gesticulaban tus manos al hablar... El dolor del recuerdo, como el dolor del recuerdo de la historia de cada se humano; como la decepción de no ganar una apuesta... Así, en esas noches que camino hacia la nevera y me sirvo un vaso de agua bien fría, con la ciudad al fondo, tras la ventana; con la intensidad del tiempo y de las ganas por borrar de la memoria todo eso que supone un nombre determinado; a pesar de ello, podría dibujarlo todo de ti... Y lo obvio de la noche es, como dijo Luis Cernuda, que pensar tu nombre envenena mis sueños.
2 comentarios:
Lapislázuli, dicen que va bien...
M.
¿Sí?
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