18 de junio de 2015

Entenderse con la mirada

Ayer fue un día de rebelión de las musas: Belén dijo que la suya estaba harta y Elena que primero es la inspiración y después viene la musa; Almudena confesó que ni siquiera tiene 'muso'. Las dos primeras, que son creativas y rabiosamente jóvenes, llevaron el tema hasta su estado de Whatsapp. Ayer fue, también, el día en que comprendí que hay gente a la que jamás lograré entender y que, sin embargo, hay otras personas a las que con sólo mirar a sus ojos fluye la comunicación: quizás eso debí haberlo visto -nunca mejor expresado- antes y me hubiese ahorrado cabreos y pérdidas de tiempo. Como estoy contento con mi Musa, cuya mirada siempre me ha parecido hermosa, incluso detrás de sus gafas de sol, no me queda más remedio que relativizar: crear -a partir de una persona en mente o sin ella- es complejo, tanto como relacionarse con alguna otra gente. La vida es un singular vaivén de incertidumbres, sufrimientos y necesidades de afectos, con ciertas dosis de alegrías, que nos lleva de un sitio a otro; el papel en blanco es una terapia maravillosa, un mundo por venir... Esto lo sé porque fue mi mirada, literaria quizás -o más bien-, la que se dio cuenta de que me entiendo bien, o quiero entenderme bien con ella, cuando la vi desaparecer, caminando de espaldas; en ese momento comprendí lo que es tener una Musa, entenderse con la mirada y lo necesario que es el papel en blanco. 

2 comentarios:

Mercedes Campos dijo...

No sé cómo contactarte, así que lo hago por aquí, te pregunto lo que querría preguntarte en un correo, que no atino ver si hay un enlace en tu página que me deje escribirte sin que los demás lo vean. Pero en fin... Escribo un blog, y en una entrada me gustaría poner un enlace a tu página, a esa de "Adoptar una musa", y escribir esa frase que escribes, más o menos, que te vino cuando estabas despierto. ¿Me das tu permiso?

Gracias

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Hola Mercedes. Puedes escribirme a paco_ministro@yahoo.es. Tienes mi permiso, por supuesto. Las palabras son de todos. Gracias a ti.