
15 de diciembre de 2010
Christina Rosenvinge

Defensa del español

A lo que voy... La riqueza que tiene la cultura española en nuestros días es la diversidad lingüística y las diferentes modalidades de idiolecto que, incluso, se hablan bajo el mapa de uso de una misma lengua. Reconozco que, además de ser filólogo sobre la Lengua Española, he contraído el interés por leer autores en gallego, por ejemplo la poesía de Yolanda Castaño y algunas cosas de Manuel Rivas y me he infringido a mí mismo el esfuerzo por aprender, siendo consciente que nunca llegaré a dominar el gallego porque soy negado para los idiomas. Y sé, eso sí, que mucha otra gente que vive, por ejemplo, en Madrid, lee directamente en catalán siendo castellano-parlantes. Entonces... ¿por qué esto? Muchos días pienso que se vive muy bien de la polémica...
25 de noviembre de 2010
24 de noviembre de 2010
20 de noviembre de 2010
Mamen

17 de noviembre de 2010
En blanco y negro; white and black



16 de noviembre de 2010
15 de noviembre de 2010
14 de noviembre de 2010
7 de noviembre de 2010
Detesto, protesto...

Igual estas cosas en Custer, Dakota del Sur (en la imagen), no pasan.
4 de noviembre de 2010
Angie Cepeda

1 de noviembre de 2010
Manuela Vellés

23 de octubre de 2010
Reflexión sobre la felicidad o cómo al equivocarnos creemos haber acertado

Antiguamente decían los filósofos que “la felicidad nos espera a la vuelta de la esquina, a nos ser que vayamos nosotros a buscarla”. Es obvio que para ello hay que tener una especial predisposición para entender los dictados de la filosofía y su relación directa con la vida cotidiana de los seres humanos. Pero la verdad es que deberíamos preguntarnos qué es la felicidad o si lo que realmente creemos que es felicidad, lo es realmente o simplemente es una ilusión. Muchas veces la gente a la que amamos es sencillamente alguien imposible de amar real y cotidianamente --un amor no materializado--; otras veces la gente a la que más queremos puede que viva a doce mil kilómetros y no sea la que más cerca tenemos y a la que de forma social creemos que es quien más comparte o se asemeja a nosotros; en otra infinidad de ocasiones la gente que más nos llena es o no la más cercana y a veces nos une más (sentimentalmente) a quienes no piensan del todo como nosotros que a quienes comparten mil ideas contigo. (Podría decirse que, resumiendo todo ello, lo que descartamos es lo correcto frente a lo que escogemos o creemos escoger, que sería lo incorrecto) Esa es la reflexión que siempre han tenido los filósofos desde Sócrates hasta nuestros días. Decían hace algunos días en un artículo firmado por un experto (cuyo nombre he olvidado puesto que soy filólogo y no filósofo e hice una lectura rápida) que un porcentaje importante de parejas no se han casado realmente compartiendo todo el sentimiento de felicidad, sino por otra serie de cuestiones que creen ser la felicidad y que, por lo tanto, lo que de forma burda y rosa se denomina ‘media naranja’, es otra persona a la que uno no se ha acercado por diversos factores como la timidez, el miedo, la opinión de los otros y un sinfín de justificaciones (como hay siempre para todo). Por último, existe la reflexión, también filosófica, de que mucha gente piensa que la felicidad es aquello que ha conquistado en cierto tiempo, pero que no ha sido algo elegido (es decir, optar por dos caminos, por dos cosas...) sino sobrevenido. Y, en definitiva, muchas veces el error no es un fracaso vital, obvio, sino que genera una ansiedad frustrativa que nos hace pensar que haber pensado y optado mucho antes es más aconsejable que actuar por meros impulsos. Eso sí, todos tenemos derecho a equivocarnos y rectificar.
12 de octubre de 2010
Ídolos con pies de barro

7 de octubre de 2010
6 de octubre de 2010
"Ser guapa, estar guapa"

Ahí dejo hoy una foto de la actriz Adriana Ugarte, que podéis ver en La Señora (de TVE) y que también ha realizado teatro (La casa de Bernarda Alba, 2006). Reconozco que es una gran actriz con un excelente registro dramático.
4 de octubre de 2010
Musas de la amistad

La amistad es, en mi opinión, un sentimiento mucho más profundo que el amor (suponiendo que el amor exista) y por lo tanto es un sentimiento más elevado que el amor. Querer y tolerar a un amigo o a una amiga (y distingo no por la moda absurda de dividir el genérico en masculino y femenino sino por la complejidad de las relaciones) es algo voluntario y más profundo, puesto que el amor se extingue y la amistad no. Pero, ¿qué pasa si se mezclan las dos cosas? Como hay varios tipos de amor uno puede sentir algo parecido al amor (y más fraterno) por alguien (por ejemplo, la de los ojos de mujer fatal) que al mezclarse con la amistad agarra mucho más profundamente que cualquier otra cosa. Lo que no sé es si la gente lo entiende así.
Hay muchos tipos de musa y la que más me gusta es Talía, que era en la antigüedad la musa de la literatura, aunque de forma concreta de la comedia y de la poesía bucólica. Hace ya algún tiempo que yo escogí una, realmente alguien de verdad a quien, literariamente, se idealiza para convertirla en personaje literario. Menos mal, porque recoger a una persona (Ella) en toda su esencia puede ser una arma de doble filo: o supera a la obra o la obra es imposible con ella. Lo peor de todo es cuando en ello se mezcla la amistad o desconoces cosas, porque puedes caer en la tentación de que la mujer de ojos fatales real es como tú la representas y no como realmente es. Al final son como las muchachas de Roy Lichtenstein (ver la imagen): perfectos retratos.
(Hoy es San Francisco de Asís).
15 de septiembre de 2010
Una frase del ghetto
9 de septiembre de 2010
Chonis y demás en un día raro...

Bien, sí, estoy empezando a cansarme de cierta gente (no mucha, la verdad, y por tranquilidad mía); a ver: impuntuales, mentirosas, mujeres fatales, falsos al estilo Judas Iscariote, informales, iletrados y fiplados (o ‘flipers’, como dicen ahora los alumnos de los institutos). Sí, que ya está bien de ser formalitos, cumplir las normas, estar ahí cuando a uno lo necesitan y que los demás vayan a su bola pensando para sí que son el ombligo del mundo. Y el ombligo del mundo no es mas que una obra literaria de Ramón Pérez de Ayala.
Pues sigo. Las poligoneras son unas “diosas” que habitan los polígonos industriales de los extrarradios de las grandes ciudades, poblados de pubs, discos y afters abiertos hasta el amanecer. Suelen ser rimbombantes, estridentes, chonis y se aderezan de piercings; y, sin embargo, tienen su aquel que no podría explicar, del mismo modo que nos atrae la azarosa vida de Lope de Vega. Me gustaría conocer personalmente a alguna, puesto que pienso que ello no trae complicación ni quebradero de cabeza, y por un momento me dejo de gente sofisticada que enerva mis nervios.
Igual estoy raro hoy, no sé.
5 de septiembre de 2010
John Irving

26 de agosto de 2010
¿Una generación perdida?

23 de agosto de 2010
"Desanchá", 'ensanchá', 'creída'...

(Para quienes no seáis de un medio rural ni hacéis uso del español peninsular, tomad la palabra “desanchada” como literal sinónimo de “creída”).
9 de agosto de 2010
Lo de hoy

5 de agosto de 2010
Caerse el mito

Es como cuando cae un mito, como JFK, un mito que rompe el molde y deja huérfano no al seguidor sino al que lo toma como modelo. Por muy mujeriego y muy demócrata (haciendo uso de la palabra ‘democratic’ norteamericana) que fuera el presidente Kennedy con él se fue una era que no suplió el casi anónimo Lyndon Johnson o el increíble (en varios sentidos) Richard Nixon.
Es que una puerta se cierra con candado y otra se abre de par en par...
6 de julio de 2010
Un encuentro

Otra gente desaparece detrás del miedo...
28 de junio de 2010
Ediciones Irreverentes

Miguel Ángel ya era por los años noventa (aunque yo le empecé a seguir los pasos algo después) un escritor ingenioso, inteligente e interesante. Algunas de sus novelas son pedazos de buena literatura finisecular; delicias de ingenio y deleite que en nada envidian ni tienen que temer ante premios planeta condicionados, editoriales selectas (que ni arriesgan ni pagan) o autores apadrinados por estéticas pasadas de moda que incluso se explican en dos líneas en los manuales.
Pero lo interesante de Ediciones Irreverentes, la firma que dirige y patrocina De Rus, es que arriesga con nuevas voces realmente interesantes, ávidas de ingenio y teñidas de renglones de la actual mejor literatura, opinen lo que opinen los críticos canónicos que apenas se arriesgan, so pena que sus apadrinados queden en el cajón de los olvidos. Estos pretendidos críticos (en España se entiende por crítico todo el que mal lee algo) que en nada siguen al férreo Clarín o al exigente Larra, creen construir un nuevo canon estético con tres o cuatro nombres con temáticas redundantes, párrafos foulknerianos y demasiada metáfora (que en la prosa es un recurso aburrido, ralentizador e implacable). Y se equivocan.
Como se equivocan las editoriales de fuste (término de antes, más o menos del tiempo en que también era crítico Juan Valera) al apadrinar autores con títulos que sirven de ventas tres meses, se descatalogan diez días después y no se hallan ni en las bibliotecas. También iban de listos los que dijeron que nada valía “Cien años de soledad” o el que dijo que Harry Potter era un personaje aburrido. Deberían haberlos excomulgado e impedido su entrada, al menos, en la Biblioteca Nacional. O a leerse y resumirse “Rayuela”, de Julio Cortázar, un millón de veces.
Galdós fue crítico como Marqueríe, como Ignacio Agustí, o como Cela en “Papeles de Son Armadans”, lo que pasa es que aquellos construían la crítica; negociaban con las palabras que dirigían al lector hacia la calidad literaria; no sabían de este mercadeo de santos griales, masones y visigodos que en nada se parecen a la novela bizantina del siglo XVI, porque la gente se documenta en google o copia de mala manera.
Invito a entrar en la web de Irreverentes (www.edicionesirreverentes.com) y a que se genere opinión.
20 de junio de 2010
Sobre la traición

Me pongo a pensar en cuánta gente ha traicionado a otra, en el plano histórico, como Bruto a Julio César, los de UCD de Adolfo Suárez, etc.; y, según se analice, la Historia cambió no sé si para bien pero lo hizo.
En definitiva, cuando el otro día escuché esa palabra, varias veces, porque en un reportaje de telediario también se dijo, creí que quienes la decían se la aplicaban a sí mismos autodefiniéndose, como el vocablo a la medida perfecta para luego ponerlo en la tarjeta de visita. Lo que pasa es que hay tan pocos políticos interesantes que la única traición que pueden realizar es irse a su casa a decir todas las necedades que dicen y, como es una salvación para la Nación, más que traición sería una bendición. Lo que pasa es que desear vivir de la cosa pública es muy goloso...
6 de junio de 2010
Sobre la 'Pasión'

Un tipo puede cambiar de camisa o de chaqueta; una persona puede cambiar de piel, de cara, de aspecto. Un ser humano puede cambiar su ideología, su religión, incluso. Todo el mundo puede cambiar de trabajo, de casa, de ciudad o de país: se puede vivir en otro continente. Un joven puede cambiar de mujer, de novia o de criterio... Se puede cambiar de deseos...
Nadie, absolutamente nadie, puede cambiar de pasión.
26 de mayo de 2010
Más sobre Lengua

Es muy posible que, ayer, hablando sobre las lenguas de España y la “normalización lingüística” que ejercitan las CCAA, pecase de injusto en la valoración de los años de humos que vivieron el gallego, el catalán y el vasco. Es preciso que aclare que, efectivamente, institucionalmente hubo un férreo control censor sobre el uso normativo de la lengua y con más mecanismos en el caso de la Literatura (y a pesar de la creación de revistas, periódicos e instituciones como la Academia Gallega, para el caso galaico), que perjudicó un uso normal de esa lengua especialmente en los núcleos urbanos más castellanohablantes. No obstante, la tesis que sostuve o quise enunciar es aquella que incide en que las lenguas romances (o no) cooficiales en España no murieron gracias a que se siguieron hablando (sobre todo en el medio rural, pesquero, etc) contra corriente. Y que, por ello, más que una normalización férrea (gramática, ortografía, etc.) también debería realizarse una normalización académica (asunción de nuevos términos, etc) que permita que esas tres lenguas se conviertan en elementos comunicativos preferidos por los hablantes, más que sugeridos por los mismos.
25 de mayo de 2010
¿Normalización Lingüística?

En tres regiones españolas (Galicia, País Vasco y Cataluña) la unificación peninsular bajo el reinado de los Reyes Católicos y, en 1713, tras la Guerra de Sucesión la subida al trono de la dinastía Borbón, el uso de la lengua propia de allí se vio menoscabado, pero nunca eliminado. Sencillamente, si hubiera sido eliminado habría desaparecido esa lengua y, sin embargo, han llegado hasta nuestros días con un interesante desarrollo y escasa contaminación procedente de otras lenguas (aunque sí del castellano). Lo que sí que cercenaron aquellas autoridades fue la plasmación de esas lenguas en obras literarias y, sin embargo, considero que la recepción castellana de las obras de escritores castellano-parlantes como Lope de Vega, Góngora, Quevedo o Cervantes hubiera ensombrecido cualquier obra española en otra lengua. De todos modos, salvo el caso de la lengua vasca, en las otras dos hay una rica literatura, salvo en el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII.
Luego de todo ello vino la Reinaixenca, etc., y hasta nuestros días todo lo sabido... Ahora bien, cuando hablamos de “normalización lingüística” en términos absolutamente políticos veo una falta de conocimiento absoluta: por una lado es obvio que los habitantes de las tres antedichas regiones deben usar con normalidad ambas lenguas y, en caso de duda, la que establece en primer lugar la Norma Fundamental del Estado, que es la Constitución y no un Estatuto. Y ese caso es el español. Por otro lado, el uso va por caminos diferenciados, pues en los últimos diez años el crecimiento de hablantes, según las estadísticas medias, de las tres lenguas cooficiales, ha supuesto un incremento de 250.000 hablantes en cada caso (lento, a pesar de los esfuerzos), mientras que el español, cuya extensión es mayor por obvias razones transoceánicas, ha crecido 100.000.000, pasando de 400 a 500 millones y siendo ya la tercera lengua del mundo en número de hablantes. Es decir, que sustituir el bilingüismo por un aplazamiento no es más que empobrecer al hablante y no ir contra la lengua española, que crece más allá de planteamientos políticos. Cambiar el bilingüismo por la diglosia es un error que puede acabar con la propia lengua, como ya le ocurrió al Latín.
Eso no quita que yo defienda que en los centros educativos deba impartirse gallego, catalán y vasco; incluso no sólo la asignatura bajo ese nombre, sino algunas particulares como geografía de esa comunidad, literatura de esas lenguas, etc. Pero el español, las matemáticas, la física, etc., pueden muy bien impartirse en castellano o a la libre elección del estudiante. Es evidente que si bajo la dictadura no desaparecieron las lenguas cooficiales a pesar de la imposición, tampoco van a crecer ampliamente esas lenguas por mucho que se quiera imponer por decreto lo que el ciudadano debe adoptar de forma voluntaria. Otra cosa es que el ciudadano elija, porque si elige libremente el catalán, por ejemplo, será muy competente hablando en catalán.
10 de mayo de 2010
Polémica entre escritores

La magnífica (y politizada -lo cual no es impedimento, dicho sea escrito al caso, ni le resta calidad a su literatura) escritora Almudena Grandes, autora entre otros de “Las edades de Lulú”, sale al paso de lo escrito por el ex presidente de la Comunidad de Madrid (en otro artículo titulado “La condición miserable” en EL PAÍS también) hablando acerca de que Leguina era muy dócil cuando ejercía el poder ejecutivo en Madrid y poco más que ha variado su postura en la actualidad. Creo que la escritora no recuerda la indocilidad de aquel líder de la FSM que resultaba una china en el zapato de Felipe González, que siempre hablaba alto y claro (recuerden sus manifestaciones sobre Rodríguez Zapatero) y resultaba incómodo. El caso es que, estando yo en desacuerdo con Almudena Grandes, no voy a entrar en desmentir su postura política aunque sus argumentos no sean elegantes ni hayan sido pensados antes, como sería de esperar en intelectuales. Sí analizaré, por otro lado, la referencia a “Días de Llamas”, la magnífica novela de Juan Iturralde sobre la que hablé en mi Tesina Doctoral que me valió el DEA.
Dice Almudena Grandes que no conoce ningún caso parecido al que plantea el autor salmantino en la figura del protagonista de la novela. ¿Significa eso que la escritora opina que el argumento de la novela es pura ficción? ¿Significa eso que la escritora plantea que todos los que iban a las checas de Madrid si tenían apoyos salían vivos? Creo recordar que con posterioridad a 1937 ocurrieron muertes como la del protagonista de “Días de Llamas” en los dos bandos, por lo que le recomiendo un lectura sosegada de EL PAÍS del 4 de noviembre de 2007.
Ahora bien, aherrojarse el derecho a establecer quien traiciona o no traiciona a Luis Cernuda, acusando a Leguina de haberlo abandonado por aquel título de “Tu nombre envenena mis sueños” me parece fuerte, porque a nadie he escuchado ni leído, últimamente, reconocer a Camilo José Cela el haber hecho uso de “Papeles de Son Armadans” para que se escuchara la voz y se leyera la literatura del exilio en la España franquista. Eso sí, que se ofreció voluntario a los denominados nacionales... Creo que el leer, seguir y aplaudir la Literatura es consustancial al lector, al intelectual, y uno no traiciona, por ejemplo, a Federico García Lorca porque prefiera el creacionismo de Gerardo Diego antes que el surrealismo del granadino.
6 de marzo de 2010
Unos ojos de mujer fatal...

1 de marzo de 2010
Don Ramón Menéndez Pidal
