21 de mayo de 2020

Viajero en confinamiento

He ido cumpliendo no poder abrazar ni dar un beso en cuarentena: quizás algún beso pendiente que se demora demasiado. Pero lo confieso abiertamente: durante el confinamiento he realizado varios viajes; he tenido la osadía de salir de casa, pese a todo, para visitar lugares desconocidos, aunque también he vuelto a otros que ya visité en el pasado. Como soy buen amigo de varios detectives privados, me he dejado caer por el Berlín de la República de Weimar junto al borrachín de Bernie Gunther; además he pasado por Nueva York, en el enorme coche del agente Pendergast, conducido por su fiel Proctor. Pero reconozco aún más: sin necesidad de la máquina del tiempo, el pasado me ha dejado pasearme por él. He ido a Guatemala, en Tiempos recios, con golpes y contragolpes de Estado y, quizás por interés histórico propio, he regresado a Buenos Aires, esta vez en los últimos días de Perón y de la mano de un médico apellidado Villa. Con más interés he visitado la Segunda República, entrometiéndome en los violentos sucesos de Yeste (Albacete) de mayo de 1936; claro que, volví hasta allí días después con Juan Goytisolo, pero ya en 1966, cuando apenas quedaban ecos de la tragedia. Incluso visité el Portugal de Salazar, más o menos hacia 1968, cuando fue apartado del poder. También soy de natural curioso y no me he perdido el Madrid de 1886, flipando por la suerte que tuvo el vago Santa Cruz con las guapísimas Fortunata y Jacinta. Ya puestos, contaré que hay que ver lo peligroso que es entrar en una comisaría de Chicago en estos tiempos, aunque en su Unidad de Inteligencia sean altamente efectivos. Entretanto, para mitigar el cansancio de tanto trabajo he releído algunos poemas de Gerardo Diego y, por reíme un rato, elegí las historias de una princesa y un dragón, que también ha gustado mucho a mis alumnos. Alguna gente se lamenta por no haber podido salir de casa en Semana Santa, pero yo sí lo hice: estuve en Marsella, siendo N. Sarkozy presidente de Francia, intentando comprender por qué fue tan lento un crimen de 2011. Quien no quiera viajar, ni soñar, que no lea... 
 
 

Imagen: ©Foto: Joaquín B.M. Modelo: Paola G.M.


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