19 de mayo de 2008

El amor... ¿existe?


Yo siempre he creído que el amor no existe. Pueden darse la comunicación; la coincidencia de ideas y de gustos; el cariño; el compartir cosas; etc., pero el amor, entendido como un flash que te hace ver a la otra persona como el mejor de los seres del mundo, como lo más perfecto y entorno de quien gira todo, eso, no existe. Afirmo desde mi punto de vista que el AMOR no existe. Puede haber sexo, sensualidad, atracción, un flash por el decir del decir o por el decir del eros, pero aquello del amor no. Entiendo a los ascetas y a los místicos cuando dicen del amor a Dios, e incluso creo a los poetas cuando divinizan a la amada llamándola amor, pero eso no existe. Es una ilusión. Si alguien se pasea frente a la casa de la persona que es gustada, lo hace para ser visto, para sufrir un encontronazo. Si alguien llama a un teléfono, con un profundo latido del corazón, no es por amor, es por la necesidad de ser escuchado y de oír, pero quizá no de escuchar. Si alguien se siente físicamente atraído por el otro o por la otra quizá sea un efecto físico, pero no un amor a primera vista -suponiendo que la vista enamore, porque también hay un refrán que dice que “hay ojos que se enamoran de legañas”- y tanto porque el amor a primera vista no existe, es el placer hedónico del mirar que atrae. Y fíjense, nunca nos atrae lo feo, nunca miramos lo feo, siempre nos atrae lo bello, lo hermoso, porque los ojos se van a ello, luego no son imparciales, son parciales y si existiera el amor sería ciego e imparcial. He abierto una encuesta en la que pregunto que si existe el amor y, de momento, va ganando el sí, pero creo que más por ilusión que por convencimiento. Porque... ¿cuánta gente puede afirmar que está enamorada tal como define la psicología y la filosofía? Muy poca, porque los más lo que están es unidos a una persona, definidos en una persona, ensimismados con una persona, pero no enamorados, sino atraídos por una forma de ser que no es la nuestra y en la que nos nutrimos. Es el puro hedonismo del creer en el amor, pero no en el amor, porque Platón y los demás hablaron de otras cosas que no son lo que conocemos -mediatizados por el romanticismo del siglo XIX y por el amor cortés de la Edad Media- como amor. Así pues, el amor no existe. Es pura ilusión.

10 de mayo de 2008

El compromiso



Es importante que cada persona tenga un compromiso. O varios compromisos. Hay que estar comprometido con algo y hacer uso y gala de ese compromiso. El ser humano es un individuo que unido a los demás conforma una sociedad y en ese núcleo de habitantes del mundo debe existir el compromiso con el amor, el compromiso con lo social, el compromiso político... Yo, desde siempre, he mantenido un fecundo compromiso con aquello en lo que he creído y por ello he militado en un partido político determinado (y en función de unos parámetros sociales e ideológicos que comparto con otro amplio sector social que se siente comprometido con su sociedad), he mantenido un fuerte compromiso con el amor (entendido este por querer a determinadas personas por sus determinadas características) y he mantenido un compromiso con los demás allá donde he visto que podía ayudarles. Siento pena de esas otras personas que no se sienten comprometidas con nada, ni siquiera consigo mismas, y que pasan por la vida como aquel que oye llover. Practicar el compromiso es algo que nos hace más humanos y más cercanos a los demás y a la sociedad que nos ha tocado vivir. Por eso es importante el compromiso, por los demás, pero por uno mismo que debe saber decir lo que tiene que decir en el momento en que el decir es necesario para el otro. Y el compromiso es el decir algo a los demás sin nombrar, sin hablar, sin gesticular, solo con una acción.

7 de mayo de 2008

Tesis Doctoral

Esta mañana, a las 11.30, se ha producido el acto de la lectura de mi Tesis Doctoral en el transcurso del cual el Tribunal, por unanimidad, ha decidido otorgarme la calificación de Sobresaliente Cum Laude. El Tribunal ha estado compuesto por don Ángel Gabilondo, doña Carmen Valcárcel, don Jordi Gracia, doña Julia Barella y doña Pura Fernández. Ha estado dirigida por don Francisco Caudet.

6 de mayo de 2008

"Un día de cólera", de Arturo Pérez Reverte



La última novela de Arturo Pérez Reverte es un buen libro. Una novela histórica que combina una narración vibrante con un riguroso estudio de los hechos de aquel 2 de Mayo de 1808. Un día de cólera española contra la invasión injusta y torticera de las tropas napoleónicas; pero también un día de cólera en el que los Reyes de España y los estamentos más significativos de la Nación se evadieron y dejaron la responsabilidad de dirimir los problemas nacionales al pueblo. Fue una gente que luchó y murió en Madrid, en Móstoles, en Zaragoza, y en otros muchos sitios, por defender un pedazo de terreno del mapa denominado España. Pérez Reverte ha hecho un acopio bio-bibliográfico excelente y nos presenta en carne real a los héroes del 2 de Mayo. El Ejército español fue cobarde, salvo los del Cuartel de Monteleón; los nobles fueron cobardes, salvo algún que otro que acaparó el liderazgo de alguna partida callejera; el clero no estuvo a la altura de las circunstancias, pero aquí corrijo a Pérez Reverte, y sí digo que el clero bajo, el más ligado al pueblo, sí dio de sí lo que tenía que dar. Una buena novela que recomiendo, porque la Historia no es solo el siglo XX y nuestra idea de nación española quizá nazca aquel 2 de Mayo de 1808.