2 de noviembre de 2011

Una actriz... Celia Freijeiro




En la antigua Grecia la mímesis era un arte. Bueno, así lo veían ellos, tan filósofos para todo. Y quienes nos hemos deslumbrado siempre por el Teatro, esa leve representación del mundo, hemos creído que el espectáculo supera con mucho a la realidad. La realidad y el deseo se funden, indudablemente, como decía el magnífico poeta que fue Luis Cernuda. A los de la Escuela Española de Filología nos ha espabilado, generación tras generación, don Ramón Menéndez Pidal diciendo con más razón que un Santo que no hay nada sin Lope ni Calderón -y ya que estamos, sin Tirso ni Valle ni García Lorca ni, obviamente, Buero Vallejo-.

Hace tiempo que la interpretación es para mí esa doble cara de la Literatura: poner imagen a las mil palabras. Y España ha dado grandes nombres para la escena. Este 2011 yo he descubierto a Celia Freijeiro a partir de la televisión; aunque, bien es cierto, si una mujer que tiene todas esas capacidades -que desbordan el guión, así opino- y ha sido capaz de interpretar sobre las tablas una obra de la magistral Paloma Pedrero; en fin, una actriz así marca un registro, hace época y tiene futuro. Es fácil: los filólogos, esos desastrados intérpretes de la obra escrita -que somos capaces de disfrutar del libreto-, llevamos a la mente unos actores, quienes pensamos que están capacitados para recoger la esencia de aquello que el dramaturgo ha puesto por escrito.

A veces, incluso, los más arriesgados vamos tan lejos que adaptamos obras literarias a la medida del registro -por lo general aceptable- de un determinado intérprete. Pero eso, sencillamente, lo dejo para otras cosas que no son un Blog.

Celia (o Cecilia) Freijeiro tiene una mirada que dice mucho al texto; gesticula de una forma magistral; juega con la cámara -imagino que en el teatro olvidará que pisa un escenario- y su rostro dice mucho, aporta, completa, complementa, ayuda… Lo cual me alegra. Además porque es una actriz joven, también como todos los que nos movemos ahora después del ’75 y eso significa que es artista del siglo XXI. Y encima le pondría por música Anywhere Is de Enya.

Y, en fin, como tantos de nosotros hizo sus Américas en Estados Unidos, donde se graduó, lo cual curte e imprime carácter y ese acento sureño que no cogimos los que pisamos el Norte. En fin, que a esta gran actriz a la que deseo mucha suerte en adelante, la podemos ver en Homicidios, una serie junto a Eduardo Noriega que es de lo mejorcito que se ha hecho en España últimamente.

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