5 de agosto de 2010

Caerse el mito


El mensaje que se me ocurre enviar, ahora, a Karina Sacerdote es, sin duda, aquel adagio que dice que “uno deja de ser niño cuando mueren sus padres”. Entonces empieza el ser adulto, la verdadera independencia que crea una soledad para la que únicamente tú puedes poner remedio.

Es como cuando cae un mito, como JFK, un mito que rompe el molde y deja huérfano no al seguidor sino al que lo toma como modelo. Por muy mujeriego y muy demócrata (haciendo uso de la palabra ‘democratic’ norteamericana) que fuera el presidente Kennedy con él se fue una era que no suplió el casi anónimo Lyndon Johnson o el increíble (en varios sentidos) Richard Nixon.

Es que una puerta se cierra con candado y otra se abre de par en par...

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