4 de mayo de 2011

Pensar en la calle



Hay que ser muy sufrido (que no sufridor) para aguantar chicas tan malísimas como Monica Potter (sin acento, que es término anglosajón) en La hora de la araña; y, el otro día, caminando por el barrio de Salamanca me vinieron a la mente unas cuantas que he sufrido a lo largo de la vida. ¡Uf! Sí, es cierto, esa gente negativa que te atrapa un tiempo pero que, por fortuna espero, te sueltan cuando, como los piojos, no pueden chuparte más la sangre. También pienso en cosas buenas, por supuesto, como lo mucho que ha cambiado Madrid entre 1981 y nuestros días. Ayer, sin ir más lejos, tuve la suerte de volver a ver El Crack, una película de cine negro de José Luis Garci protagonizada magistralmente por Alfredo Landa. Recuerdo los planos de una ciudad negra, en Transición, hasta lo que es hoy. No en vano llevamos ya más años de democracia que hubo de dictadura franquista, a pesar de que no nos hemos dado cuenta y algunas cosas siguen tal como estaban. Ahora úncamente nos queda, de nuevo, ir el 22 de Mayo a votar y ver qué sale.

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