10 de octubre de 2011

"Ir corriendo y sin ver la tele"



Antes de irme a Yanquilandia he de hacer muchas cosas, como conocer a Lauren. El día que me instale otra vez en los Estados Unidos tengo que hacer dos cosas, aunque no inmediatamente; la primera es intentar no ir corriendo a todos lados, porque está claro que Nueva York, en donde habitan Philip Roth y Paul Auster, es inabarcable. La segunda es tomar un café con Paget Brewster, pero eso es otra historia. Me dijeron que Lauren había venido a España; algunos dijeron verla perdida por el Madrid de los Austrias, comiendo y cenando en tascas con sabor castizo, quizás habitadas aún por Luis Candelas y el resto de sus secuaces bandoleros. Hubo quien me vino con el cuento de que se había perdido por la calle Sierpes de Sevilla; incluso recibí un anónimo que la situaba en La Mancha, muy cerca de mi casa. Esta última nota decía que iba tras la pista de Dulcinea del Toboso, la cual, según la teoría de Lauren, fue una muchacha real de Montiel o del Toboso y a lo mejor en uno de esos libros tipo legajo, con letra sinuosa e ilegible, aparece su partida de matrimonio, o desposorio, como se decía en la época. Pero no, a mí lo que me importaba ese momento era localizar a Lauren, verle la cara, hablar con ella, posiblemente incluso pedirle que me leyera alguno de sus poemas. A mí mismo me pareció verla descender de un taxi en la Puerta del Sol de Madrid; iba vestida con un pantalón negro y una blusa roja, a tono con el carmín. Corrí hacia ella y descendió al metro, pero caí en un vagón distinto. Ya en Atocha quise alcanzarla, casi entrando en el cercanías que conecta con Aranjuez. ¿Iría al Palacio mejor construido por los borbones, fieles al estilo neoclásico? Posiblemente, puesto que ella es una mujer muy culta. Casi cuando estuve a punto de presentarme face to face se desvaneció entre la multitud dominguera que puebla el real sitio.Se volvió hacia mí, me reconoció y estaba a punto de decir algo. El reloj automático señaló las ocho cuarenta y cinco y el locutor dio paso a una canción techno. Definitivamente fue solo un sueño.

No hay comentarios: