25 de abril de 2012

"La muchacha de mis sueños"


Durante mucho tiempo soñé con una mujer así. Siempre era una joven morena, de cabello rizado, con una sonrisa que dejaba entrever unos dientes perfectos; un rictus de hermosura y unas palabras que decían algo ininteligible. Un sueño con una mujer soñada. Algunas veces hablaba conmigo y pronunciaba frases que soy incapaz de recordar, del mismo modo que no sé si aquellas ensoñaciones eran en blanco y negro o a color. Me dijo un médico que podía ser fruto de la Dormidina o de los barbitúricos que, por aquella época, ingería para adormecerme. Lo dudé siempre. Una mujer recurrente siempre es fruto de la verdad, de algo vivido que no soy capaz de explicar pasado el tiempo. La vida es así de compleja. Una mañana, cuando vivía cerca del Madison Square Garden vi por la cristalera de un Starbucks a una muchacha que se asemejaba a ella y pensé, por un momento, que mi sueño se había hecho realidad.

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