18 de octubre de 2012

"Su abrazo"


A ti, que no puedo decir tu nombre...

Había olvidado esa sensación, desapareció con ella hace tiempo; quizás el olor del café en la mañana era lo único que me quedaba de aquel tiempo, nada más. La monotonía del día a día, las actividades cotidianas de cada uno de eso momentos mecánicos era lo único que tenía en mente hasta ahora, hasta esta sorpresa, hasta que la he visto. Ese nuevo rostro, la sonrisa, el acento tímido de sus palabras, la cadencia de las cosas, todo cuanto la rodea; incluso esos ojos que me miran fíjamente alguna vez. Todo eso me ha recordado viejas sensaciones, viejos tiempos, viejos brazos y situaciones; que no lo son, ella es otra, por tanto lo nuevo, lo desconocido, lo fascinante, lo por venir. Y de repente he sentido unas inmensas ganas de abrazarla con pasión, con fuerza, con tesón.

No hay comentarios: