5 de junio de 2014

Cuestión de edad


Fue ayer, justo antes de un examen de francés, cuando surgió la cuestión. Alguien dijo que la chical tal, que tú no conoces ni has visto jamás, sale con el chico cual, algo mayor que ella. Y-eso-no-puede-ser, parece ser que era la moraleja. Realmente, no siendo tú mismo, el tema sería vanal, salvo que como la edad del susodicho coincide con la tuya, pones cara de póquer o de que te jode algo; esa cara con la que los escritores tomáis nota de todo lo que se ve y se palpa alrededor. No se trata del ego herido, quizás; se trata de que cuando se alcanza cierta serenidad, que otros llaman madurez y que no es más que pisar el freno, porque ya toca, los estereotipos desaparecen, además de todas esas batallas mediáticas sobre el cuerpo perfecto y demás zarandajas. Quizás en los tiempos del Instituto quedaba muy bien mirar solo a la chica más mona y demás inmadureces adolescentes, pero lo que el tiempo (ese justiciero implacable) te hace ver es que tú ya no le das importancia a la 'operación bikini' que dicen algunas mujeres que hacen, sencillamente porque tú ves cosas hermosas en los cuerpos de esas mujeres que contemplas o te rodean y cada cosa que ves en ellas es mucho más hermosa que lo que lanzan por la tele: tú ves a una mujer, en su esencia, no el producto comercial que hay que vender... Es publicidad engañosa, como esa vez que viste en un evento a Nicolás Sarkozy y su estatura no era, precisamente, la que dejaban ver de él los telediarios. Lo hermoso es siempre lo normal y la suerte de que el tiempo pase, como decía Rocío ayer, es que cuando te invade la sensatez buscas un alma (textualmente es su palabra), tenga el cuerpo que tenga ese alma; cuando tienes veinte años buscas un cuerpo, sin alma ni cabeza. También es verdad que mirar a tus veinte, ahora, te hace pensar en todo lo que te has perdido y, no obstante, ahora es cuando esas mujeres, en cuyo aspecto físico ves lo hermoso del ser humano, son conscientes de que sabes escuchar y adaptarte a sus problemas y a sus gustos... Claro que también hay gente que no tiene (o no quiere tener) nunca ni 30 segundos para responder un whatsapp, pero ese no es tu caso ni el de la gente normal.

3 comentarios:

encarnisabina dijo...

La edad...gran tema. Todas las edades tiene sus contradicciones e incluso sus contraindicaciones, y más en lo del amor y el sexo.¡Pos no es ná!

Muy chulo el post

Francisco José Peña Rodríguez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Y más cuando pasados diez años estás mucho más joven que hace diez... Gracias