29 de junio de 2014

Decir adiós


No, no nos han enseñado a decir adiós o a entender el adiós. Nos han acostumbrado a los finales felices, a que todo salga bien; incluso hay cosas que la prensa no saca, para que todo parezca idílico y perfecto a nuestro alrededor. Pero no, todo no es lo deseado y deseable: quizás Paul Auster o Philip Roth me entiendan mejor; quizás ellos sepan que no siempre el chico se liga a la chica ni la chica acierta con el chico; que no siempre la entrevista de trabajo termina en un contrato; que no siempre tu voto sirve para construir el futuro; que no todas las veces el hotel de las vacaciones es perfecto ni apruebas el carné de conducir a la primera ni te pilla la lluvia con un paraguas en la mano... Eso es; decir adiós a veces es lo que acontece, que se va esa persona, que quizás no la vuelvas a ver o que regrese de su viaje cambiada o, sencillamente, que tú conozcas a otra gente en el mientras tanto. Eso es; lo que no nos han dicho es que el adiós es parte de nuestra vida, dejar detrás parte de nosotros, cambiar una cosa por la otra; en definitiva, que mil veces las pelis no terminan bien o ni siquiera tienen final. Que no siempre sabemos decir -o asumir, que es peor- el adiós. Goodbye.

2 comentarios:

Bitxito dijo...

Tu escrito me ha recordado a: https://www.youtube.com/watch?v=qhR7TKkC_Nw
A veces cuesta asumir que las cosas se acaban, pero es de lo que va la vida... las relaciones empiezan, cambian y se acaban, y, como me dijo Begoña hace unas semanas, "siempre hay uno al que le duele más que al otro"...


M.

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Todo se pasa, todo se viene, es la vida. A uno le duele más que al otro, pero no toda una vida... creo.