13 de noviembre de 2014

"Estar plof"

Si me pagaran algo por ello, juraría que la palabra plof la inventé yo, en los años noventa o así, pero me olvidé de registrarla. Te levantas y te das cuenta de que te sientes distinta, por ejemplo; de que hay algo que no te cuadra, lo mismo da que da lo mismo, sea por amor o del trabajo o que no lleguemos a fin de mes..., eso es igual; empienzas a darle vueltas y te bloqueas. Ya están los días en que no sale el sol del todo y el ánimo baja a mínimos históricos. A veces piensas en cómo... quieres cambiar algo, o todo, o enfocarlo de otro modo. "¿Qué hago yo aquí?", te preguntas. Yo creí, antes que tú, que cambiando el final de la historia todo sería distinto, pero la vida no es una hoja en blanco que lleno de letras en negro: la vida es un pasillo y hay que ir abriendo puertas... No lo repites tú sola; ahora mismo hay no-sé-cuántos españoles que están exactamente igual -según las últimas estadísticas, claro-. No te has parado a pensar que te estoy escribiendo un cuento y... ¿cuántas veces eso te ha pasado? Es un decir, que tampoco voy a salir por esto es así y demás lugares comunes: tú eres , en singular femenino, por eso te escribo. Ahora podría estar lamiendo mis propias heridas, hablando mal de política o fregando los platos, pero me he sentido animado a escribirte; y, aquí sentado, me digo que también yo tengo la suerte de conocerte y sentarme a escribirte esto. Ya vendrán las preguntas sobre a quién le escribes que tiene días de desánimo, pero no sufras, sabré responder... literariamente. Te hablaré sinceramente -y todo el mundo sabe que no sería buen ministro de exteriores-: yo no creo que haya bache que tú no puedas saltar ni sonrisa que regalar; no creo que haya invierno en que no puedas sacar uno de tus jerseys y combatirlo, creo. Apúntate esto: detrás de cada revolución interna, viene el cambio externo... Espero que estar plof te dure poco -porque la palabra la inventé yo, recuerda-; párate a pensar, ahora, que lo que hay en este relato que vale la pena es la protagonista... precisamente , en femenino singular. Good luck.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Sabes que es inevitable muchas veces sentirnos asi, son etapas que nos toca vivir, pero tu animate, la palabra plof tiene que desaparecer de tu vocabulario, gracias

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Es inevitable, son etapas... A partir de alguien surgió este relato que, inevitablemente, es el caso de muchos. Espero que 'plof' salga de todos los vocabularios. Gracias...

Mercedes Campos dijo...

Francisco: No estoy yo muy segura de que "plof" lo inventaras tú o la protagonista de esta entrada, porque estoy casi segura de que es invención mía para describir el estado anímico que me ha acompañado intermitentemente durante muchos años... y, que en este preciso instante, está conmigo. Todito el día ha sido un PLOF, así con mayúsculas y todo. Gracias por los ánimos, que aunque no vayan dirigidos a mí, me los cojo prestados. Y los devolveré cuando no me hagan falta. Me gusta leerte.

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Muchas gracias, Mercedes. El cuento, como toda literatura, va dirigido a todos... Gracias.