11 de septiembre de 2016

Compromiso político

Es cierto -como dice Mario Vargas Llosa- que, con la que está cayendo a nivel nacional e internacional, el escritor -generador de Cultura y de libertad de expresión y de creación- no puede permanecer impasible; no puede esconderse, en mi opinión, tras el parapeto de no ser un político o bajo el miedo a perder lectores. Comprendo, hasta cierto punto, que el periodista se debe, además, a la línea editorial que tiene la empresa que pone el dinero encima de la mesa; comprendo, incluso, que alguien no quiera significar y sacrificar su obra, pero el escritor no; el escritor, como en 1898, tiene además de crear, la responsabilidad de decir, de expresar el momento, de ser exigente con la realidad: la intelectualidad, tan plural como el lector mismo, debe enriquecer la libertad de la sociedad en la que vive con su voz crítica, exigir del poder político el cumplimiento de las reglas del juego y que haga que todos los demás las cumplamos. La independencia debe estar siempre por encima de cualquier motivo que lleve a esconderse detrás del biombo del miedo. Los problemas de Europa, de América Latina o de Oriente Medio, así como el problema económico de España y de la formación -o no- de un gobierno estable deben ser motivo de reflexión y de debate y el intelectual tiene la obligación de participar en él, de recoger el testigo de una sociedad que tiene en la Literatura su voz, la portavocía de lo que significa pluralismo, libertad y Cultura. No podemos, ni debemos, dejar en manos de la televisión y de algunos de sus programas de masas la voz adormecedora que facilita evadirse de la realidad; no podemos, como en tiempos de la dictadura, dejar en manos de la minoría los asuntos de la mayoría y el intelectual, además, es el primer representante de la esencia de la Cultura, en toda su magnitud. No son tiempos para observar, son tiempos para hablar, son tiempos de exigir.

3 comentarios:

Belén dijo...

Totalmente de acuerdo.Chapó.

encarnisabina dijo...

En ello estamos..
Me ha gustado mucho

besos

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Muchas gracias a las dos :-)