19 de diciembre de 2016

Encuentros

Las casualidades, aunque no existan, se producen. Cualquier día toma uno un tren para dar una conferencia en una pequeña ciudad del interior, por ejemplo, o se va de compras a una gran superficie... a veces, incluso, tomas unas vacaciones no precisamente en un lugar cercano y es entonces cuando se produce: el encuentro, la vuelta a verse. Todos pensamos que cuando rompemos con alguien (sea amiga, amante, compañera de estudios, de trabajo o de pandilla, qué más da) difícilmente volveremos a verla, porque se pone todo el empeño en la ruptura, hasta que... un día uno va a entrar en el AVE y allí está, por ejemplo. ¿Un beso, la mano, un hola, nada, una mirada, me espero a que me diga algo, me hago el indiferente, o el distraído, muestro frialdad? Lo digo así como si me pasara todos los días, pero no, realmente le ocurre a todo el mundo todos los días, realmente es algo propio del ser humano... dejo la cajetilla del tabaco, cojo una pluma, apunto, borro, pienso en la mayoría de los que me han contado algo y, de pronto me digo: "y si va con otro, ¿me hago el europeo o sigo siendo español?

3 comentarios:

encarnisabina dijo...

Me encanta!!, por desgracia las casualidades existen jajajajaj.

Besos

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Gracias compañera, amiga, confidente... :-)

victoriafol dijo...

La verdad q es una pena q con personas q has sido tanto,pases a ser tan poco