9 de abril de 2008

La poesía de... Karina Sacerdote

Karina Sacerdote (Buenos Aires, 1971) se sintió atraída siempre por el arte y por eso experimenta en la danza, el teatro, la pintura. Y, aunque comenzó a escribir poesía desde la ingfancia, impulsada –dice ella- por los versos de Lorca y de Sor Juana Inés de la Cruz, que le recitaba su abuela materna, en 2001 publicó sus primeros textos.Forma parte de dos antologías internacionales (2002) y coordinó la presentación de una de ellas en el Centro Cultural San Martín, de Buenos Aires. En 2003 creó y dirigió el foro literario Azul y Palabras; editó también el boletín literario y la página web de dicho proyecto. Hoy en día dirige la Revista Axolotl, en Internet.Ha sido publicada en numerosas revistas y páginas literarias y culturales de la red en Argentina, España, Chile, México, Brasil. Actualmente dirige Axolotl, literatura y arte en lo profundo, publicación virtual mensual de literatura y arte y colabora en FIN. Participa en varias publicaciones que se dedican a la difusión de poetas. Forma parte de La Abadía de Carfax, círculo de escritores de horror y fantasía que ya tiene publicada su primera antología.Karina piensa que la poesía y la narrativa de horror y fantasía están conectadas porque comprometen al autor y al lector a bucear en las profundidades del ser. Trabajé sobre su poesía en mis artículos sobre la Generación Poética del 2000.

Como botón de muestra, un poema suyo:

Abrirme toda
abrime el tobillo con la uña maldita de tu boca
abrime la cintura para partirme en cien
acurrucarme los pedazos en tu cuello
repartirte las migajas que me quedan
abrime toda cada puerta cada ojo cada arrecife
recortá la sed de tanto abismo
abrime los espacios irresueltos
para restaurar las manos
en el rincón pequeño de mi terreno

1 comentario:

Laia dijo...

Muchas gracias por el comentario!! me alegro que encuentre interesante lo que digo porque usualmente siento que no tiene ninún interés.

En cuanto a lo que escribí sobre el profesor, como puse, fue una "ridiculización" de lo que ocurrió, evidentemente no opino que los profesores sean seres despiadados, y mucho menos el que tengo de fonética que es un hombre muy agradable.

Un saludo :D