9 de noviembre de 2008

A ti, una carta de amor...

Esta carta de amor va dirijida a ti, mujer, que ahora estás leyéndola. No te pido respuesta, aunque si te sientes aludida es que te reconoces en cada línea.
A ti, que me hieres con tu mirada o con tus palabras; a ti, cuyos ojos mirar con resplandor de dureza encarnada en el otoño; a ti, a quien amo preguntándome cada día por qué; a ti, que no respondes mis directas palabras; a ti, cuya hermosura me atormenta y me atenaza. A ti, sí, a ti, dirijo esta carta de amor con toda mi alma. Por que en el fondo te quiero, cada día que pasa me aprisiono más en ti, cada momento en que me vienes a la mente vivo junto a ti una tormenta de pasiones... A ti, que hacer que yo no crea en el amor pero que me rinda a él como un soldado cuando todo lo tiene perdido. A ti, que te quiero como nunca antes he querido y que me hierves densa en el deseo; por que sí, porque además de tu alma te deseo con todas las ganas que me reportan treinta años de experiencias. A ti, que me besas en otros extraños besos, pero que te arrimas mentalmente a mis pasiones desatadas a través de mis palabras. A ti, cuyo nombre no pronuncio pero que ahora estás leyendo estas palabras. A ti, amor, que te quiero, a ti, dirijo esta carta para que todos sepan que te quiero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si llego a despertar eso en un hombre...me doy por satisfecha y sobre todo, feliz de que esa persona se levante junto a mi cada mañana.

Afortunada mujer y afrotunado tu.

Una carta muy intensa.

Saluditos.

Anónimo dijo...

Ay Francisco... Qué carta tan bonita, pero permíteme disentir. Para mí el amor no es más que un sentimiento pasajero, fugaz, tanto como la pasión, y que dura no más de unos meses, el primer año de relación... Después es tragado sin piedad por la rutina y las peleas y se transforma (con suerte) en un sentimiento de cariño hacia la otra persona, pero cada uno vuelve un poco a lo suyo.
Como habrás notado, estoy un poco desencantada en este aspecto y pienso que es mucho mejor en la vida la amistad y el espacio privado de cada uno.