13 de agosto de 2011

"Fábula de Sabina"



Para Belén.




Nunca, hasta hoy, imaginé que necesitaba escribir una fábula, con moraleja.


La primera vez que oí hablar de Sabina yo era mucho más joven, un irreverente joven, y ella me pareció la mujer más hermosa del mundo. Lo prometo; y ni siquiera sabía que era checa, que era modelo ni que tenía una página web. No sabía nada de ella, hasta que la encontré por la red solamente teniendo como dato la hermosura de su rostro. Nunca se sabe de dónde nace la musa de un escritor. Sabina nació de la nada.


¿Cuántas veces hemos dejado de dormir bien por amor? ¿Cuántas veces he visto sufrir por amor? ¿Cuántos corazones han sido rotos -incluyendo el mío- por amor? Cuando esto escribo, cuánta gente anda sufriendo de amor... y, sin embargo, no existe una fábula para curar el desamor. Yo sí la tengo.


Belén me preguntó hace unos días si alguna vez me había enamorado de un mito. Lo pensé un rato y le respondí que sí, de Sandra Bullock, cuando era adolescente sin experiencia de nada y no había oído hablar ni de Sabina ni conocía a...


El caso es que si la Fábula de Sabina, como las de Esopo, tiene una moraleja, es sencilla: si te enamoras de un mito, al menos el mito no te hace sufrir.

1 comentario:

Bitxito dijo...
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