4 de noviembre de 2013

"Tener dignidad"


Ahora, los españoles que tanto quiero lo están pasando mal; ahora que no me tienen a mí, porque la bruma del recuerdo hace que no sea consciente de que un día fui el español más importante del siglo XX; ahora es cuando ellos se sienten mal, porque creen que todos  los políticos son iguales y no será siempre así. Ahí me ven, ahora no recuerdo en qué pensaba ese instante de aquel 23-F en que pudimos haber vuelto a lo mismo de siempre; más de lo mismo... Me fui para evitarlo y al final tuve que plantarle cara en tiempo real (como se dice hoy). Lo que sí tuve claro fueron dos cosas: que el presidente del Gobierno debe revestirse de la dignidad que le dan las urnas, hay que dar la cara...; luego, según iban transcurriendo las horas, me dije a mí mismo que la primera página de todos los diarios del mundo no podían recoger que el presidente se había tirado al suelo y había muerto de un tiro por la espalda, cobardemente; preferí que dijeran que el presidente había muerto dignamente en su puesto, con la cabeza bien alta y bien digna la conciencia. Paco dice que él tenía cuatro años aquella larga noche y que el Renault 4 de sus padres (con él detrás) lo paró la Guardia Civil en un cruce de caminos en mitad de la provincia de Albacete... La Región Militar de Milans del Bosch estaba sublevada en... 1981.  En eso también podemos estar orgullosos: una benemérita bien digna, formada y democrática. Por eso no hay que tirar la toalla: ni todos somos iguales ni está el futuro escrito ni perdido.

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