11 de noviembre de 2013

"Volver, por la puerta de atrás..."


Para Mel
 
Esta misma mañana fría de noviembre, esa muchacha tan hermosa, sonriente y divertida que es la canaria Melissa D. Siverio ha planteado eso que muchas veces te ha atenazado: ¿qué harías si esa persona que un día jugó contigo, o se rió de ti, o no te miró a los ojos... volviese para pedirte ayuda? Sabes que lo que hay detrás del tinglado es complejo: la vida da muchas vueltas, pero cada una de ellas es tan jodida como la anterior, salvo que tú le pongas ese gancho que hay que ponerle y le eches... Si esa persona volviese es, sencillamente, porque está jodida; porque su planteamiento y su plan de vida ha sido un rotundo fracaso y debe ser una cabronada tener que bajar la cabeza, mirar al suelo, balbucear y... lanzarse a pedirte ayuda sabiendo que detrás está aquel momento en que quien lo pasó mal fuiste tú. Hay personas que no miran a los ojos; hay personas herméticas; hay personas traicioneras; hay hasta personas con doble vida y hay personas que para sobrevivir son capaces de comerse su orgullo, las palabras que un día dijeron sabiendo envenenadas y hasta la soberbia que preside su conducta diaria. Lo sé y estoy seguro que también Melissa lo sabe. ¿Y qué harías tú? Hace siglos que tú miras a los ojos; hace tiempo que tú afrontas la realidad por cabrona que sea; hace tiempo que decidiste dormir tranquilo... Ayudarías y pedirías que treinta segundos después desapareciese esa persona, para siempre de tu vista, con el diablo si hace falta... Acuérdate, si te engañan una vez, la culpa es de quien te engaña; si lo hacen dos, la culpa es tuya.

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