7 de febrero de 2016

Mar de dudas

No sé si fue Lope o quién, pero la forma de expresarlo debería ser suya. Esa sención de sí y no, a la vez; la duda insistente, pero que parece que se disipa inmediatamente, para volver a los cinco minutos; la necesidad de hablar, de decirle y la sensación de que no, de que quizás no tengas nada -interesante- que decir; las ganas inmensas de verla y, al tiempo, las ganas de no verla -porque a saber qué pensará al verme-. Creen muchos que son cosas de adolescentes -y las son- pero también propiedad de los demás. Quedarte en blanco, dudar, sentir fuerte y llorar; decir y negar; pensar y huir, actuar: "quien lo probó, lo sabe".

2 comentarios:

Mercedes Campos dijo...

Probado y "sabido".

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Gracias, siempre, por tus buenos comentarios, Mercedes.