6 de enero de 2012

Habla La Mancha


A Alexandra, que pidió un poco de humor.



Hay gente que piensa que la forma en que se habla en La Mancha, es decir, el idiolecto particular de ese territorio, es de incultos, de gente poco cultivada en el idioma. Error, inmenso error. Lo que se dice hoy en La Mancha es un residuo de aquella lengua que se fijó normativamente en el Siglo de Oro y que tiene su exponente máximo, por ejemplo, en Don Quijote de La Mancha o en las comedias de Lope de Vega. Así pues, tras la introducción viene el asunto.

En La Mancha se dice ‘rail de las cortinas’, en lugar de riel. También ‘almóndiga’, ‘termargil’ y ‘cuencal’ (defectos fonéticos de la zona, como en La Rioja, cuando caían los dientes por falta de calcio en el agua, se pasó del sonido h- al f- inicial). Al fideo se le dice ‘aletría’ y al ajillo ‘patagorrilla’; del mismo modo que el jamón es el ‘pernil’ (aragonesismo). A los cordones, ‘cordonera’. Y en lugar de enviar a alguien a la mierda lo mandas ‘al pijo’. Eso sí, tenemos tontos muy peculiares: ‘el más tonto que una albarda’ o el necio superlativo, ‘el tonto el pijo’. Y si al lector no le gusta lo que he escrito, se dice ‘atié usté… te paece si el licenciao’.

Bajo la Monarquía de Alfonso X El Sabio La Mancha fue repoblada por gente del Bajo Aragón, por lo que compartimos con esas tierras diminutivos como ‘bonico’, ‘hermanica’ o ‘tocinico’. En la Lengua todo tiene su origen y su explicación, como todo; y que uno se guíe hacia un término (borrachera: ‘jumera’) no es cuestión de nivel, sino de tradición.

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