22 de marzo de 2012

"Romper con todo"



Salir de este lugar y dejarlo todo atrás. Cuando uno llega a Nueva York y no es nadie o llega a Boston, que es una ciudad mucho más pequeña y más hermosa, en mi opinión, empieza de cero. Sencillamente paseas por sus calles llenas de gentes anónimas, fijándote en todo cuanto te rodea, sin el hastío de lo que ya conoces, sin la dejadez de la gente que ya no te atrae o simplemente que ya no te llena (noticias iguales de guerras en Siria, muy de vez en cuando buenas como esa de Israel, dimes y diretes, dejadeces…). Esas chicas que pasean las bolsas de las mejores tiendas del Down Town, los ejecutivos que hablan por el pinganillo del móvil, los estudiantes embutidos en los autobuses amarillos, los neones de mil marcas… No, no lo olvides, en USA puedes pasar desapercibido, pero es un país consumista y un país libre.

Pasa el tiempo y si no tienes las maletas hechas o la mesa puesta, cualquiera de las dos variantes, lo demás sobra, o cansa o despista; hay un día, el día D que te levantas de la cama y en tu móvil no hay un sms, no tienes correos y en el Facebook no hay actividad constatable; ese es el día, o tiras hacia adelante o mueres en el círculo vicioso de lo monótono: las mismas caras, los mismos sitios, la misma gentes; tú, que quizás eres cosmopolita, que tu cabeza y sus ideas no encajan bien aquí, necesitas una huída, detrás de esas montañas nevadas en primavera. Nueva York, la City, el lugar. Conocer América o recorrer la Ruta 66 en un Oldsmobile (¿se escribía así?) de los ’80. Tú solo o con gente nueva (¿acaso no hay mil personas por conocer?).

Me siento al porche con un café caliente, pienso en todo ello y me entran unas ganas enormes de huir, dejando atrás todo lo conocido. A veces la vida es volver a empezar de cero, como aquella vez…

3 comentarios:

Mapi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mapi dijo...

Nunca serán demasiadas las huidas (sobre todo cuando la rutina pesa como una losa, o se tiene la sensación de estar viviendo la vida de Sísifo ;)).
Detrás de cada huida nos esperan los que siempre están; y delante las cosas buenas, eso seguro!.

Alessa dijo...

Muchas gracias Francisco. Qué emoción que te pases por mi blog. Estuve leyendo en tu blog sobre la generación poética del 2000 y me gustaría mucho que me recomendaras autores para adentrarme más de lleno en ello, ya que es algo que me está interesando mucho y es totalmente nuevo para mi. Te dejo un abrazo enorme.