24 de mayo de 2013

"Ojos que se enamoran de legañas"


A tod@s los que se equivocan.
 
Jamás he olvidado aquella frase... Una mañana de los años noventa, de finales de los años noventa. Iba uno a entrar en clase y, como siempre, la gente se agolpaba en la puerta... Nos saludábamos con los ojos adormecidos, comentando la película de las tantas de la madrugada que todos habíamos visto... La vida era así. La chica in que pasa delante de uno y se cuela y como era la chica in nadie se atrevió a decirle nada. La cara de estúpido que pone uno cuando se siente atraído por una mujer así. Y la compañera de pupitre (la monísima detrás de la montura de gafas de plástico; la que lo aprueba todo; la que sacaba un diez hasta en francés -cuando los demás no sabíamos ni pronunciar bonjour-...) que se para, se gira y mira fijamente al protagonista de esta historia: "¡Anda hijo, que hay ojos que se enamoran de legañas!". La historia se repite y ella, en fin ella... sigue teniendo razón.
 


No hay comentarios: