23 de junio de 2013

La guerra aquella



"¡Qué poco resuenan las voces de los sensatos!", pensé cuando oí hablar de aquella lejana guerra tan escrita, tan leída, tan reivindicada y tan inacabada como está. Enciendes el Pc -un suponer- y buscas un dato al azar para completar algo propio del siglo XXI y en el apartado imágenes ahí están: aquellos cantos al aire, aquellas manos al viento o los puños a la sien. Creí que después de ver caer el Muro -que separó el presente del pasado hasta 1989-, los que nacimos después de eso, con el "puedo prometer y prometo" detrás, íbamos a verlo con otros ojos, pero no. Para que una herida cicatrice, tengo para mí, debe dejar de sangrar, o en todo caso debe dejarse caer por sí misma la costra... ¡Pero es tanto lo que queda! Tantas almas, tantos besos -que quizás no se dieron jamás-, tantos hijos y tantas madres con una lágrima en la mejilla. Creo, modestamente, que sí, que los del "puedo prometer y prometo" estamos ya en situación de dar el final que esto requiere, aunque el dolor vuelva salir en parte... Hay que hacerlo por todos aquellos corazones que latieron un día, por todas aquellas ideas que hubieran traído un futuro mejor mucho antes que hoy, por todas aquellas gentes que se amaron y fueron segadas, en flor, por las ideologías de entonces -aún vivas en tantos discursitos de mala muerte-; hay que recuperar la sonrisa de 1977 y construir lo que toca, desde los sueños de quienes sembraron el primer puñado de nuestro presente. Hay que firmar ya un contrato para que lo que nos lleva a la discusión, aún, empiece a ser Historia serena. Hace unas semanas, cuando un grupo de hermosas soldados del ejército israelí posaron en una fotografía en tanga y se armó "la de San Quintín" en los foros esos que todo dicen, que de todo opinan, que de todo quieren sentar bases -sin tener puñetera idea de nada, eso seguro-, en mi humilde saber y entender pensé: "mucho mejor tangas que fusiles", ya lo pueden mirar por dónde les dé la gana.

1 comentario:

M. dijo...

Y mucho mejor escándalos en portadas de periódicos (o en foros de ésos) que miles de muertos...

En fin.


M.