9 de diciembre de 2015

El teléfono de tu ex



Alguien escribía en un periódico hace unos días que la gente tiende a guardar en el móvil el teléfono de su ex y que lo peor es que la llamada aplazada se realiza después de un tiempo, con la normalidad de que ese telefonazo siempre suele ser tenso y acabar mal. Yo no guardo; ni siquiera en una agenda, a mano, no: a veces segundas partes pueden ser buenas, no lo discuto, pero en estos casos en mejor el borrón y cuenta nueva. Creo que tendemos a la sensación de que una segunda oportunidad la merece todo el mundo, de que quizás el paso del tiempo pule y hace madura a la gente... No sé, no estoy seguro de acertar o de equivocarme: sencillamente me guío por una costumbre, que no sé si me ha ido bien o mal, pero al final costumbre. Resquemores, negativas, tensión ─cuando sale mal, of course─, pero es verdad que el tiempo y la distancia lo pone todo en su sitio. El artículo del periódico filosofaba sobre tener el teléfono de la ex pareja ahí, de la tentación de llamar o de quizás llamar ─fijo que hay gente que llama estando pedo─. No, no me cuadra. La segunda oportunidad, una segunda parte, dicen... me paro, pienso y digo en voz alta: “¿Y quién narices me ha dado a mí alguna vez una segunda oportunidad o el beneficio de la duda?

7 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta, pienso como tu!!

encarnisabina dijo...

Ahora no sólo es el teléfono lo que se puede guardar, también se pueden sumar las decenas de perfiles sociales en la redes. Yo pienso parecido a ti. Lo que se acaba es por que algo no iba bien o por que te han o has dejado, y como yo siempre he sido de las que me han dejado, ¿para qué coño quiero guardar el teléfono de alguien que me trató mal? que le den y si alguna vez la llamada se ha producido de contrario ni me he molestado en descolgar.

Me ha gustado mucho el post.

Besos

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Le dejo estos versos de un poeta de Cádiz a ver si le ayudan y va captando la idea: ..." Y por eso vida mia, yo jamás lo detendría, porque nunca la alegría dura un día sin dolor, ni dura nunca el amor y si dura se marchita, ni las noches más bonitas duran un amanecer"...

Unknown dijo...

Por cierto, muy profundo y desgarrador artículo. Estilo crepusculiano?

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Deidayvuelta: gracias por la lectura y los versos gaditanos. Es, simplemente, una ficción que quizás se refleje mucho en la realidad. Gracias por pasar por aquí.

Unknown dijo...

De nada amigo, besos